Hace unos meses un periodista de la Ciudad de México publicó que a Miguel Ángel Navarro Quintero ya “se le quemaban las habas” por dejar el Senado de la República, para estar en posibilidad de contender por la gobernatura de Nayarit.
Evidentemente el ex priísta Navarro Quintero no ha podido separarse del Senado y quien sabe si lo logre, porque en el proyecto político de Andrés Manuel Lopez Obrador parece que será más importante contar con las dos Cámaras del Poder Legislativo Federal, esto es de diputados y senadores, así como de los Congresos de los Estados, para impulsar las reformas y tal vez hasta un Congreso Constituyente que legitime su gobierno.
Cómo se sabe, además Navarro Quintero no tiene suplente en el Senado.
Así que Navarro tendría que irse del Senado y dejar sin representación a Nayarit por tres años, confrontarse con Lopez Obrador en aras de un interés personal, dando un mal ejemplo a diputados y senadores de Morena de que se puede abandonar el proyecto de Nación del Presidente de la República, solo por ambiciones personales.
Pero el ex priísta tampoco puede borrar sus vínculos con Roberto Sandoval y Edgar Veytia, de quienes se dice recibió todo tipo de apoyo para su segunda campaña fallida a la gobernatura de Nayarit en el 2017.
Y se dice que quienes están moviendo los hilos de la estructura de Morena, René Bejarano y Ricardo Monreal tampoco toman en cuenta al Senador ex priista.
Militantes de Morena comentan que Navarro prepara su propio partido político para contender, en caso de que Morena le niegue la candidatura.
Pero si cree que esto le abre el camino a Nayar Mayorquín para ser el candidato de Morena, todo indica que no es así, pues supuestamente Mayorquín también salió mal con Obrador por un asunto de las tarjetas del Bienestar, así que, quien estaría alineada con los astros para ser la ungida por el partido oficial, sería la senadora Cora Cecilia Pinedo Alonso.
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