Lamentablemente que muchos de los que hoy critican sin fundamento la Unidad Autonoma de Nayarit, que incluso surgieren su desaparición, son egresados de sus propias aulas, o sus hijos, que de no haber existido nuestra alma máter, no hubiera podido formarse.
Escupen al cielo porque ellos mismos, al forjarse como profesionistas, son el vivo ejemplo del papel de la insititución en la sociedad, desde el «camino de plata» pero congraciarse con algunos ambiciosos que anhelan el poder del Estado, que politizan el tema universitario para llevar agua a su molino, niegan origen de clase.
Estos recalcitrantes criticones, argumentan tabúes fantasticos con la bandera de una supuesta lucha contra la corrupción, cuando bien saben la actual administración rectoral que encabeza Nacho Peña, le toco la «rifa del tigre», enfrentar dificultades resultado de los errores del pasado, pero que los especuladores y especialistas de intriga, hacen creer que los problemas tienen origen en el presente.
La UAN está auditada hasta «los huesos», ha señalado el Rector Ignacio Peña, que cabe destacar, ha hecho lo que le corresponde para gestionar recursos y cumplir los compromisos contractuales y de operación.
Que quede claro, la crisis es financiera, no académica, ya que a la fecha, el 80 por ciento de la matrícula, estudia en 19 programas acreditados por su calidad.
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