Bogotá.- El expendio de drogas más grande de Colombia, la llamada ‘calle del Bronx’ en Bogotá, estaba el lunes totalmente bajo control de las autoridades luego de que hace dos días decidieron allanarlo para investigar si allí había casas de descuartizamiento de personas.
Julián Quintana, director nacional del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, indicó que durante los operativos allí fueron capturados 11 individuos, dos de los cuales son considerados como grandes expendedores de cocaína, pasta base de cocaína —conocida en Colombia como ‘bazuco’— y marihuana.
Sobre las casas de ‘pique’ o de descuartizamiento de personas en ese sector, Quintana fue enfático en afirmar que «eso es cierto» y recordó que hace un año allí dos de sus funcionarios fueron secuestrados y torturados por expendedores de droga.
Apenas fueron rescatados, la Fiscalía General inició una investigación para documentar lo que sus dos hombres habían visto que, al decir de Quintana, «eran paredes donde había disparos, donde había sangre, donde hay elementos que demuestran que en el Bronx había torturas».
Este sector está ubicado en pleno centro de la capital colombiana, a escasas cuadras de la Casa de Nariño —sede de gobierno— y de las instalaciones de la Policía Metropolitana de Bogotá.
Varios centenares de personas fueron desalojadas el sábado de la calle de Bronx para, aparte de capturar y procesar a criminales, brindarles tratamiento médico a los indigentes.
Myriam Cantor, funcionaria de la alcaldía de Bogotá, dijo telefónicamente a la AP que desde hace unos 20 años la Secretaría de Integración Social atiende a los habitantes de la calle.
«En este momento hemos atendido a más de mil personas de allá del Bronx», afirmó.
Cantor agregó que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, un organismo del Estado, es el encargado de investigar si en el Bronx se obliga a menores de edad a prostituirse, como se ha dicho tras los allanamientos de las últimas horas.
«Intervención del Bronx, buen ejemplo del trabajo en equipo entre Gobierno y @AlcaldiaBogota ¡Firmes #ContraElCrimen!», escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta de Twitter.
En ese expendio de drogas, aparte de prostitución de niñas y casas de «pique», concluyó Quintana, «había perros que les eran echados a sus víctimas para que hablaran».
Hace tres años, Santos estuvo en la calle del Bronx y dijo que «lo que nos ha mostrado esta intervención es que sí podemos acabar con estas fábricas de crimen, las llamadas ollas», y señaló que se han identificado cerca de 24 ‘ollas’ más en 20 ciudades del país.
El jefe de Estado ha dicho que la cifra de homicidios en Bogotá ha bajado.
El término ‘casas de pique’ se popularizó en Colombia cuando en 2014 la organización no gubernamental Human Rights Watch y la Iglesia católica denunciaron que en Buenaventura, un puerto sobre el Pacífico colombiano, narcotraficantes descuartizaban en casuchas a sus víctimas.
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