Doña Yolanda una mujer madura, de 53 años de edad, trae en su haber un problema de asma; pero había podido sobrellevar su padecimiento hasta hace más de un mes, cuando su salud se deterioró y no poder respirar con facilidad, preocupó a su familia, al grado de buscar un hospital en Bahía de Banderas que la pudieran atender. Pero ni los públicos, ni los privados la aceptaron argumentando falta de espacio.
En el hospital que está en Bucerías, les sugirieron llevarla a Puerto Vallarta, al Hospital Regional. Al llegar con un diagnóstico de asma y neumonía, que ya le costaba trabajo respirar, la ingresaron, sí, pero al área de pacientes con COVID 19, sin prueba confirmatoria; simplemente porque no podía respirar. Pasó lo inevitable, enfermó de Coronavirus. Su estado de salud empeoró y no le daban la debida atención. En teoría le hicieron estudios, pero nunca se los entregaron. No obstante, si les pidieron una mascarilla y el tanque de oxígeno.
Jessica, la hija de doña Yolanda relata que debían cambiar de hospital, porque después de tres días, su mamá estaba peor. La familia pidió una opinión de un médico externo y fue entonces que supieron que debían hacer. Incluso, como pudo, doña Yolanda les expresó que nunca le dieron medicamentos, solo le pusieron suero y no quería estar en ese hospital.
pero fue el saber que no tenía oxígeno que los obligó a sacarla del hospital regional.
Les dijeron que en Punta de Mita, en el hospital privado había lugar y sí. Pero para que pudiera ser ingresada, debían pagar 60 mil pesos, antes, el traslado en ambulancia. Con su voz cortada relata que tuvieron que conseguirlo rápidamente para que su mamá pudiera tener oxígeno y seguir respirando.
Una vez dentro, desde el 12 de julio, sigue hospitalizada y cada día mejora su salud. Ahí le hicieron los estudios y confirmaron que fue en el Hospital Regional donde se contrajo el virus de COVID19. Y dos infecciones más en los pulmones. Pero cada día son 60 mil pesos y cada servicio médico y medicamentos representa más dinero; dependiendo la cama, puede ser 11 mil pesos adicionales.
Jessica cuenta que entre su padre, su hermano y ella consiguen dinero todos los días para pagar y sólo se quedan con lo indispensable para comer. Ya están vendiendo sus propiedades y vehículos para poder pagar, pues a la fecha, la cuenta va en un millón de pesos. Sin embargo, el director del Hospital ya les conmina a pagar la mitad del adeudo, si no van a sacar a su mamá del hospital”. La angustia comienza a sentirse por no tener el dinero y que la saquen del hospital.
Gracias a la Doctora Isis Espinoza de los Monteros que se ha convertido en su ángel de la guardia, en ocasiones, les manda video para vean a su mamá, que ya está mejor y ya sin la actual enfermedad que aqueja al mundo. Sin embargo, la angustia por no poder pagar los invade. Su hermano ya acudió con el alcalde Jaime Cuevas; pero le dijo que no puede ayudarlo, porque no hay dinero. Y por más que le llaman a la regidora de la demarcación, la doctora Nilda Patricia Minjarez y otra edil de la que no recordó su nombre, no les responden.
Jessica solicita a la población su apoyo, para poder pagar al menos la mitad que les pide el director del hospital, es decir 500 mil pesos. O bien un convenio para que ellos puedan pagar en lo que venden sus propiedades. A su mamá le falta poco para poder darla de alta, pero no tienen dinero. El número de contacto es el 322 27 16090.
Casos como este se repiten ante la falta de atención debida en los hospitales públicos y la alta demanda. Además, evidencia que enfermarse es riesgoso en tiempos de la pandemia. Y se confirma que hay contagios dentro de los propios hospitales. De ahí el temor de ingresar a los hospitales públicos. Y como el caso de esta familia, endeudarse para que el ser querido, salga adelante y viva.
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