Recientemente las calificadoras internacionales han bajado las acciones de Pemex a bonos basura. La realidad es que Pemex ha sido una empresa saqueada a lo largo de muchos sexenios, por lo que hoy prácticamente no queda nada y es por supuesto, el hazme reír en las reuniones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, pues tiene una producción de petróleo ridícula e insignificante en el mercado mundial, con seis vetustas refinerías que ni siquiera pueden dar abasto al consumo nacional de gasolina.
México fue uno de los principales productores mundiales de petróleo con 3.2 millones de barriles diarios, gracias al descubrimiento de uno de los yacimientos más grandes del mundo, Cantarell, que hoy prácticamente se ha secado.
A partir de los años 90 se empezó a observar un declive en la producción de petróleo de México, que fue perdiendo clientes y cuota en el mercado mundial, hasta llegar a una producción de 1.6 millones de barriles diarios, que no es nada comparado con los millones de barriles que hoy producen Estados Unidos, Arabia Saudita o Rusia.
Ahora Resulta que en la reunión de la organización de países exportadores de petróleo (OPEP) le pedían a México que redujera su producción en 450 mil barriles diarios, que equivalen casi al 30 % de toda la producción nacional.
Ya todos los países estaban de acuerdo en reducir su producción de petróleo para que aumentara el precio del barril de petróleo, pero se la pasaron discutiendo con México durante cinco horas, porque nuestro país no quería reducir la producción en esa cuota.
Y es que en la postura de la oposición política en México, sostienen que el gobierno de Obrador debió haber aceptado ese trato, pues al recortar la producción a nivel mundial subiría el precio del petróleo y con ello, México, aún vendiendo menos petróleo ganaría más dinero, algo que Ciro Gómez Leyva dice es un asunto de “aritmética de primaria.”
Con una visión arcaica, ignoran que no sólo se trata de recortar la producción de petróleo, sino que se pierde en esa misma medida a los clientes a los que se les vendía ese recurso, es decir, se pierde la cuota en el mercado mundial, algo que todos los productores de petróleo saben que no se vuelve a recuperar, como le sucedió a México como hemos dicho, con el declive de sus yacimientos.
Así pues, no es un asunto de aritmética, sino de tener a alguien que sepa al frente de las negociaciones internacionales, para defender el interés nacional, como la Secretario de Energía Rocio Nahle.
En efecto, Nahle sabía muy bien que la reunión de la OPEP no era más que un juego de póker, los grandes señores productores del petróleo iban a perder muchos miles de millones de dólares si no se recortaba la producción de petróleo, así que sólo era cosa de aguantar. Y fueron 5 horas de hostigamiento a México por 450 mil barriles, cuando la meta era recortar 10 millones!
Como México finalmente no cedió eso le apuro tanto a Trump, por no tenía un acuerdo para rescatar a las empresas privadas petroleras de Estados Unidos que estan casi en quiebra, que el presidente de Estados Unidos las consultó y dijeron va! “ponemos 250 mil barriles para compensar la reducción de petróleo que no quiso poner México”.
Así, nuestro país solo redujo su producción en 100 mil barriles.
Y el resultado final es que el peje logró en el primer asalto un nocaut contundente a favor de México, que prácticamente mantiene su cuota del mercado mundial y se verá beneficiado de manera muy importante con la subsecuente recuperación del precio del petróleo.
En resumen: las grandes negociaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo se fundan en un principio básico de negociación internacional que dice: “hágase señor tu voluntad en los bueyes de mi compadre”… y a ver quién se deja!
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