Aún y cuando la pandemia no ha empezado a disminuir en México, Estados Unidos pide que nuestro país reinicie actividades productivas el sector automotriz.
Aunque el número de contagios de Covid19 en México llega a más de 51 mil 633 mil personas, hay que precisar que de ellas 35 mil han recuperado su salud, 5 mil 332 han fallecido, por lo que únicamente hay 11 mil 300 enfermos
de Covid19, que en nada se comparan con el más de 1 millón 100 mil de enfermos activos de coronavirus que tiene Estados Unidos en este momento.
Por ello se entiende la prisa de Estados Unidos porque México reinicie la producción automotriz y permita a su vez al gigante del Norte, reactivar su economía.
La pregunta de fondo es, si debe México iniciar la apertura de sectores estratégicos de la economía o, debe continuar con la paralización productiva.
Lo cierto es que el Covid19 al igual que todos los virus, llegó para quedarse en el planeta y la humanidad tendrá que aprender a convivir con esta biomáquina mortal, ya sea en esta primera oleada o posteriormente cuando se supere o, en la segunda oleada que habrá de venir en el invierno, mientras no haya una vacuna disponible en el mundo la nueva realidad exige nuevas formas de convivencia humana, de trabajar, de estudiar, en una palabra, de vivir.
Por supuesto el riesgo de abrir un sector económico es alto y este, no es el mejor momento para recibir más enfermos graves de Covid19 en los hospitales de un sistema de salud en ruinas, pero necesariamente llegará el momento de reiniciar las actividades económicas, se haya o no se haya “domado” la pandemia.
Algunos países como Suecia presumen de su apertura económica con la pandemia aunque también hay que decirlo, tienen un índice muy alto de mortalidad.
Es una difícil decisión pero también es posible intentar abrir algunos sectores estratégicos de la economía, implementando nuevas medidas de bioseguridad que permitan la producción sin riesgos de despertar la pandemia.
Ese es el reto, regresar a una nueva normalidad, produciendo y conviviendo con el Covid19, aún si no hay una vacuna, porque esta podría tardar un año y ni modo que la gente siga enclaustrada en sus casas.
La oportunidad de reiniciar la producción en uno de los sectores más dinámicos de la economía mexicana debe interpretarse como un logro muy importante del gobierno de México.
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