No hay otro avión igual al avión presidencial.
Sí, “ni Obama lo tiene”.
Y es que el impresionante Dream Liner 787 que compró Felipe Calderón, fue uno de 5 aviones que se fabricó para realizar pruebas de diseño al nuevo modelo que lanzó la Boeing en 2009.
Los 4 primeros hermanos del avión presidencial terminaron en museos o en un deshuesadero, al quinto y último prototipo, luego de ser sometido a duras pruebas de vuelo le salió comprador! Aunque usted no lo crea y ni los de la Boeing lo creían!
Si usted va a comprar un auto nuevo, espera que sea cero kilometros, no 50 mil kilómetros!
Pero Felipe Calderón compró el prototipo y además lo equipo a todo lujo, con sala de juntas, baños, recámaras etc., etc.
La Boeing finalmente lanzó la producción en serie del Dream Liner, con base en las fallas técnicas y estructurales detectadas en los prototipos, modificó diseños, piezas y equipos en los modelos que salieron al mercado.
Si se quisiera modificar el avión presidencial para actualizarlo a los aviones del mercado saldría carísimo, de manera que saldría más barato comprar uno nuevo, que modificar el prototipo.
Así que prácticamente no hay piezas de repuesto para el avión presidencial, por eso ninguna aerolínea del mundo lo va a comprar, pues ellos compran varios aviones de línea de un mismo modelo, para los cuales es fácil conseguir repuestos y no andar buscando piezas especiales o mandarlas hacer a la fábrica.
A esto agregue, que el equipamiento del mobiliario del avión presidencial fue de mal gusto, no es del agrado de millonarios que podrían comprar ese avión, pero gastarían una fortuna en volver a amueblarlo a sus preferencias.
Si duda el avión presidencial es un Elefante Blanco, la única opción es regalarlo o usarlo, pero no va a ser fácil encontrar otro tarado que lo quiera comprar.
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