El reto de un verdadero proyecto de Turismo Municipal

  • • La vocación de Bahía de Banderas, no nada más es de un destino de playa, sino también es rico en vegetación, en montaña, en paisaje, el mercado internacional demanda cada vez mayores atractivos en el turismo de aventura que la naturaleza brinda, se puede atraer la inversión hasta la sierra, por eso es prioritario impulsar de manera correcta este potencial para que la gente y los pueblos se beneficien, no es una tarea imposible.

No es la primera vez que hacemos este comentario, hoy nos viene nuevamente al tintero, porque recientemente se desconcentró lo que era la Dirección de Desarrollo Económico y Turismo, quedando en dos áreas independientes, por lo que hay un nueva Dirección de Turismo Municipal, qué en teoría, la desconcentración administrativa es para que las dependencias gocen de cierta autonomía técnica y funcional, por lo tanto se alienta la productividad.

Y es que es indiscutible y contradictorio, que siendo Bahía de Banderas un municipio turístico por excelencia, al área de “Turismo Municipal” no se le ha dado la importancia y el impulso debido, esto porque ante el acelerado crecimiento poblacional, la obra pública y los servicios han sido lo prioritario para los gobiernos en turno, y, quienes han encabezado esta importante área, no han aterrizado en diferenciar lo estrictamente “municipal” y el auge de lo que se denominó la Riviera Nayarit, hoy “Vallarta-Nayarit” en toda la franja turística de Nuevo Vallarta, Punta de Mita y toda la costa, ya que no se han dado cuenta que los grandes empresarios hoteleros no requieren ni de promoción, ni de consejos, ni de proyectos del ayuntamiento para hacer crecer su negocio, mucho menos atraer turistas a sus complejos.

En este sentido, los encargados del área de Turismo, su función se ha limitado a ser representantes del alcalde en eventos de todo tipo, coronar reinas de belleza y de los ejidos, acudir a las fiestas patronales de los pueblos, colgarse de los eventos y la promoción turística internacional de los hoteleros, así como la propia que implementa el Gobierno Estatal en común acuerdo con empresarios; en los últimos en los últimos 4 trienios estas acciones ha sido la constante, simplemente todavía no se ha aportado nada a un verdadero proyecto de Turismo Municipal.

Bahía de Banderas requiere consolidar su crecimiento y dinamizar su economía desde Mezcales hacia la sierra, para que los beneficios del auge del turismo alcancen para todos los pueblos, además de reactivar los pueblos playeros de la costa San Pancho, Lo De Marcos e Higuera Blanca, para reproducir pero con orden el efecto Sayulita, propiciando que también el pequeño y mediano comercio local sea competitivo, para eso se requiere un trabajo conjunto de Turismo con el área ya separada de Desarrollo Económico Municipal, dependencias que deben lograr superar el trabajo realizado hasta la fecha, con mucha mayor actividad en la gestión de créditos y la capacitación en la cultura del servicio a cientos de comerciantes y prestadores de servicios. A la mitad del Gobierno de Jaime Cuevas Tello, todavía es tiempo de poder lograrlo, que la reciente designación de un nuevo Director de Turismo, no sea mera concesión política para darle chamba a un desempleado recomendado.

La nueva tendencia del turismo rural, alternativo o de aventura es la que está ofreciendo oportunidades para las regiones, Bahía de Banderas no está exento de un gran potencial para que materializar proyectos de inversión en esta nueva modalidad de turismo, esa es la magia de este destino, que además del sol y playa, se tiene la gran fortaleza de la sierra, el valle y la montaña, que prácticamente están vírgenes, sin ser aprovechados, obviamente bajo los principios de la sustentabilidad y el respeto a la naturaleza.

El gobierno de Jaime Cuevas Tello está a tiempo de impulsar estas dos direcciones con mayor intensidad; sería un gran acierto dejar sentadas las bases de un verdadero proyecto de Turismo Municipal, que podrían aterrizar con la asesoría de las instituciones de educación superior de la zona, con la Universidad Tecnológica, con el Instituto Tecnológico de la Cruz de Huanacaxtle y la Universidad Autónoma de Nayarit, en donde existen suficientes especialistas académicos, que podrían apoyar al gobierno con una propuesta verdadera en este rubro; además que el titular de esta nueva dependencia, tiene que tener imaginación y una gran capacidad de gestión.

Debe formalizarse un corredor turístico regional hacia la sierra y el valle, ya que Bahía de Banderas, sus pueblos y comunidades rurales, son ricos en tradiciones, gastronomía, cultura y calor humano, definitivamente hace falta implementar un verdadero programa de turismo municipal que integre en un gran proyecto ese sabor de pueblo, de gastronomía, de charrería, de fiestas, de historia que tienen prácticamente todos los pueblos.

La vocación de Bahía de Banderas, no nada más es de un destino turístico de playa, sino también es rico en vegetación, en montaña, en paisaje, el mercado internacional demanda cada vez mayores atractivos en el turismo de aventura que la naturaleza brinda, definitivamente que se puede atraer la inversión hasta la sierra, en donde cada vez más turistas extranjeros visitan, por eso es prioritario impulsar de manera correcta este potencial para que la gente y los pueblos se beneficien; no es una tarea imposible.

Los ejidos son los dueños de grandes extensiones de tierra, de bosque y sierra, áreas comunes que con capacitación empresarial, pudieran explotar turísticamente, creando cooperativas que sean manejadas con las herramientas de la administración y la empresa moderna, indiscutiblemente que es una excelente oportunidad que no han aprovechado, limitándose a subir su ganado a pastar o a mal vender a empresarios su principal activo que es la tierra.

Todos los pueblos tienen su fiesta popular, celebran a su Santo, además de que también todos los ejidos tienen su festejo de su dotación de tierras, estas fiestas populares pueden promocionarse y convertirse en un gran atractivo turístico, porque recordemos también que Bahía de Banderas tiene una gran vocación a la Charrería, prácticamente en cada pueblo hay una Asociación de Charros; si combinamos todos esos factores, claro que pueden implementar un producto turístico popular, en donde se combine la fiesta del Santo, del festejo del ejido, de la charrería.

Estas serán una de las principales tareas para que verdaderamente el Ayuntamiento impulse un plan de turismo municipal, no nada más colgarse de lo que hace el Gobierno Estatal y la Asociación de Hoteleros o la Oficina de Visitantes y Convenciones, que regentea el canadiense Marc Murphy, para promocionar al destino, incluso creo que a ellos les parecería una buena estrategia para ofrecer un producto más, con visitas guiadas, como ya lo hacen algunas empresas turísticas, pero que no compran ni una botella de agua, un huarache o un sombrero al comercio local, pues lo tienen prohibido ya que en los hoteles les venden todos estos productos pero con la diferencia que los fabrican en China.

En la Cruz de Huanacaxtle, los pescadores de la cooperativa, el mercado del mar, también pueden formar parte de una identidad o un producto turístico, con las gestiones necesarias pueden capacitarlos, para que su actividad tradicional, se constituya en un atractivo, que los turistas vean como desde los tiempos prehispánicos, en esta tierra el pescado va del mar a la mesa, además de que los lancheros, también pueden brindar paseos de observación a la pesca tradicional; los buzos y ostioneros de Bucerías están en una situación similar; al igual que los ejidos y asociaciones de charros, lo que requieren es asesoría empresarial, gestión de créditos, capacitación, indiscutiblemente que eso depende de Turismo y Desarrollo Económico Municipal del Ayuntamiento.

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