Este 11 de diciembre, Bahía de Banderas cumple 30 años de su fundación, después de una lucha histórica de sus habitantes por más de medio siglo, que solicitaban su propio gobierno, petición que fue materializada hasta que en 1987 asume el gobierno Celso Humberto Delgado Ramírez, quien como mandatario estatal le cumplió al pueblo con este anhelo, que dio como resultado, el surgimiento de lo que hoy es este pujante municipio.
Su primer Presidente Municipal fue Don Crescenciano Flores Alvarado; seguido por Carlos Valdés Rivera; Julia Elena Palma Cortés; Juan Ramón Cervantes Gómez; Luis Carlos Tapia Pérez; Héctor Miguel Paniagua Salazar; Jaime Cuevas Tello; nuevamente Héctor Miguel Paniagua Salazar; Rafael Cervantes Padilla, José Gómez Pérez; hoy en un segundo periodo el Alcalde es Jaime Cuevas Tello; todos en su momento hicieron lo que les correspondía, con sus posibilidades, dificultades, carencias y fortalezas, pero indiscutiblemente cada uno de ellos dejó cosas positivas, según los recursos con los que contaban, no sería correcto en este editorial hacer comparaciones, porque es la historia y los ciudadanos, los que les darán su lugar en su recuerdo.
No puede dejar de destacarse, el trabajo de los integrantes de la XXII legislatura, presidida por el Diputado José Ángel Cerón Alba, que emitieron el acuerdo para la conformación del municipio, mediante decreto número 7261 expedido el lunes 11 diciembre de 1989, publicado en el Periódico Oficial de Nayarit, el miércoles 13 de Diciembre, después de un proceso de consulta ciudadana que terminó con más de 50 años de desgaste, de lucha por un gobierno autónomo de lo que era la parte sur de Compostela.
En el decreto, también se señaló que la cabecera municipal sería asentada dentro del perímetro de las localidades de Jarretaderas, Valle de Banderas, San Vicente, San José del Valle, San Juan de Abajo, El Porvenir, Bucerías y La Cruz de Huanacaxtle, en una ubicación cercana a todas estas comunidades, que tendría que llevar por nombre Tintoc, esto último sigue siendo asignatura pendiente, aunque muchos señalan la importancia de que se quede en Valle de Banderas.
Cabe recordar que el primer Ayuntamiento se eligió en junio de 1990, siendo ganada la elección por Crescenciano Flores Alvarado, quien tomó posesión como Presidente Municipal el 17 de Septiembre de ese mismo año, corriendo a la fecha diez Ayuntamientos. En la actualidad, en el segundo mandato del Doctor Jaime Cuevas Tello y en el marco de 30 años de distancia, el gobierno municipal se encuentra ante grandes expectativas, con una proyección de recaudación de por lo menos 1500 millones de pesos para el 2020, lo que arroja un extraordinario trabajo de reingeniería financiera, después de dos periodos de crisis financiera y malas referencias crediticias por las calificadoras internacionales, muestra de que es en este décimo Ayuntamiento en donde se recuperó la confianza de los ciudadanos y los inversionistas en el pago de impuestos.
Pero decir que “el dinero no es la vida” en pleno capitalismo, es romanticismo puro, la satisfacción de las necesidades materiales elementales es lo prioritario (lo primero es lo primero), para poder desarrollar otras funciones y cualidades del ser humano; en este sentido la derrama económica es el resultado del detonante que es el turismo, para estados como Nayarit y municipios como Bahía de Banderas, en total ausencia de industrialización, las inversiones turísticas es la base en las que el gobierno y la empresa, sustentan su crecimiento.
En este contexto, Bahía de Banderas es un municipio con grandes expectativas, que a corto tiempo de alcanzar su madurez, los empresarios junto con las autoridades han encontrado sintonía, logrando normar la vida del municipio en todos los órdenes; los grandes emprendedores han establecido no solo sus inversiones en este municipio, sino que también viven y gastan en la zona, al igual que cientos de extranjeros, que han hecho de Nuevo Vallarta, Bucerías, Sayulita, La Cruz de Huanacaxtle, Higuera Blanca y San Pancho, su lugar de residencia permanente y de sus negocios.
Este municipio ofrece excelentes oportunidades, máxime porque en estos momentos, cuenta con gobiernos que garantizan las inversiones, evidentemente para aquellas empresas denominadas “sustentables y socialmente responsables”, -por lo menos en el discurso-, que buscan consolidar sus proyectos, pero que son privilegiados únicamente cuando cumplen con sus obligaciones con el Estado y con el Municipio, que les refrendan que todos los grandes desarrollos, tengan seguridad de ser implementados sin contratiempos ni obstáculo alguno. Por eso es de destacarse los enormes esfuerzos del gobierno estatal y municipal para cambiar su imagen, consolidar su infraestructura básica y vías de comunicación.
En Bahía de Banderas, es prácticamente imposible, ir en contra del crecimiento económico producto de la gran demanda de servicios turísticos, y que como consecuencia trae aparejado un beneficio para otros sectores, como el de la construcción, el trasporte y la venta de todo tipo de bienes, productos y servicios, demandados también por los miles de trabajadores que se asientan en los conglomerados humanos.
El capital no pierde, no tiene fronteras ni partidos políticos exclusivos que gobiernen, se reproduce de manera natural; al igual que todos los productos, la constante demanda de servicios turísticos está regida por la Ley de la Oferta y la Demanda, que no es una Ley inventada sino descubierta, que existe desde que el ser humano tuvo la necesidad de intercambiar productos y servicios, para satisfacer sus necesidades y que solo puede evitarse en una sociedad esclavizada, en dónde el hombre no tenga la más mínima libertad de decidir sobre los bienes que desea adquirir. Aquí afortunadamente los consumidores, los turistas, han preferido el destino para venir a consumir.
El turismo es una actividad netamente económica, privilegiada a las economías de mercado, ya que tiene su origen en los estratos de población con un mayor nivel de consumo, que obviamente tienen un excedente en sus ingresos el cual pueden destinar para el gasto en esparcimiento y diversión, aunque esta actividad prácticamente ya logró constituirse como una necesidad inherente del ser humano, y no precisamente es exclusiva de una clase social con altos ingresos.
Por lo tanto, en estos tiempos ya estamos ante el fenómeno del turismo popular, que según las estadísticas, también arrojan una importante derrama económica en los destinos turísticos como Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, que ciertamente no es el que se hospeda en hoteles de 5 estrellas y gran turismo, ni come en restaurantes de lujo, pero que igualmente gastan una importante cantidad de recursos en el consumo de todo tipo de productos y servicios, digamos en los abarrotes, Oxxos, Kioscos, taquerías, loncherías, restaurantes, centros comerciales y trasporte público, indiscutiblemente cocacolas y la cerveza, que se consumen como ríos caudalosos.
Las diferencias socioeconómicas de las población mundial son permanentes en el capitalismo, pero aun así, hay turismo para todos los estratos sociales, México y sus destinos turísticos como Bahía de Banderas tienen esa magia, son miles los visitantes que vienen cada año, que a 30 años de su fundación han hecho pujante esta región, tal como reza el eslogan al cruzar la frontera de Compostela “Bahía de Banderas, Tierra Fértil y Mar de Oportunidades.
En este sentido, es totalmente rentable, que el Gobernador Antonio Echevarría y el Presidente Jaime Cuevas, se preocupen por ofrecer las mejores condiciones a quienes invierten en la llamada “industria sin chimeneas”, ya que únicamente alentando las inversiones, es como se fomentan los empleos, las familias tienen ingresos y por lo tanto habrá una mayor demanda de productos y servicios, que requerirán para su consumo tanto las grandes cadenas hoteleras y restauranteras, así como los miles de trabajadores de los conglomerados humanos, que se forman a raíz de la inmigración y obviamente tendrá que haber quien se los venda.
Aquí es en dónde debe estar la apuesta, además de la implementación de una efectiva promoción internacional del destino, ya que con esto se incentivará la demanda en el consumo y la inversión; la permanente promoción internacional y nacional pudiera ser criticadas si se hace a partir del gobierno o con recursos públicos, creo debe recaer en los empresarios, ya que en el capitalismo, el turismo tal vez es la única actividad especial en sus transacciones comerciales, en donde los compradores se desplazan directamente hacia el área del producto, no como sucede en la mayor parte de las otras actividades económicas, en que los productos se llevan al área de consumo; de ahí la importancia de la promoción turística, de parte del Gobierno o los empresarios.
Impulsar el turismo, igualmente es la panacea para que se reactive el sector primario, que es la agricultura, pesca y ganadería, para que produzca todo lo que la industria sin chimeneas requiere para brindar sus servicios, hasta entonces, cuando aquí mismo se genere esa producción, podremos hablar de un pleno desarrollo regional, de un encadenamiento productivo, mientras tanto, la región de Bahía de Banderas únicamente está en una fase de expansión, de crecimiento económico a partir del turismo como detonante, a la par, también crecen la construcción y el trasporte, además de cientos de negocios del sector terciario de venta de todo tipo de productos y de servicios.
Y es que después del crecimiento económico, como fase previa, se llega a una etapa de desarrollo, en este caso regional, siendo su principal característica que se eleva el nivel de vida de la población, hay mayor recaudación fiscal, que es el dinero fresco que entra a los gobiernos, con el cual pueden ofrecer más y mejores servicios y obra pública, la gente tiene empleos, por lo tanto, recursos para satisfacer sus necesidades más elementales; ese es el objetivo principal, por eso lo que importa en una sociedad, es que vengan las inversiones que son las que crean los empleos, -el gobierno no tiene las condiciones ni el dinero para hacerlo por sí solo-. Esa fue la razón de la fundación del municipio que impulsó Celso Delgado Ramírez y lo que motiva a los gobernantes a seguir trabajando de la mano con los empresarios.
Por otra parte los trabajadores que participan en el proceso productivo del turismo, también merecen contar con todas sus prestaciones laborales y obtener un salario justo por su enajenante actividad, a pesar de este manifiesto crecimiento económico el sector turístico, esta situación continúa siendo el Talón de Aquiles para los gobiernos Estatal y Federal, hacer que los empresarios cumplan con las Leyes Laborales, tal como lo hacen en los países desarrollados en donde si pagan bien y cumplen con la Ley, puesto que de no hacerlo, están sujetos a fuertes sanciones económicas y de indemnizaciones a los trabajadores, situación que por la corrupción no se da en México, historias hay muchos de abusos, de hecho, los empresarios del turismo, trasladan la obligación de pagar un buen salario al sistema “propinero”.
El que los empresarios constructores y del turismo, paguen las cuotas mínimas al IMSS y al INFONAVIT, ha contribuido históricamente que estas instituciones, operen con números rojos, y en el caso del Seguro Social, estar al borde del colapso, lo que debe de ser una situación prioritaria, que los capitalistas logren desprenderse de la parte justa de las ganancias que acumulan, en la que los trabajadores son la parte fundamental de la obtención de la masa de su acumulación, lo que debe de terminar y es tarea solucionarlos de nuestros legisladores, federales y estatales, si quieren contribuir a que Bahía de Banderas siga creciendo.
Todas estas reflexiones, en el marco del 30 Aniversario de Bahía de Banderas como municipio independiente. FELICIDADES. (Datos históricos del libro “Bahía de Banderas, por voluntad popular” de Raúl Rosales Rosas).
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