El Club de Playa del FIBBA un gran desperdicio

• Este elefante blanco serviría más a una institución de educación superior, bien pudiera ser la Universidad Autónoma de Nayarit.

Este comentario no es la primera vez que lo hacemos, pero por la trascendencia que pudiera tener, lo repetimos, ya que no ha tenido eco por falta de voluntad y de iniciativa para instrumentar e impulsar un gran proyecto educativo, de prácticas profesionales para estudiantes y de capacitación laboral para trabajadores, en una zona turística como Bahía de Banderas, en donde el servicio de calidad, atención y productividad son la panacea.

Nos referimos a las instalaciones del Club de Playa del FIBBA, ubicadas en Nuevo Vallarta, que son indiscutiblemente un «elefante blanco», totalmente descuidado y que se cae en pedazos por la falta de mantenimiento; en los últimos tres sexenios nada más ha servido para efectuar reuniones oficiales de poca importancia de funcionarios gubernamentales menores, representando también un minúsculo «negocio» para su director en turno con la renta de estacionamiento, mesas, sillas, alberca, baños y sombrillas.

Incluso una de sus palapas frente al mar es un usufructo de un particular, que además es extranjero, un italiano que ofrece un servicio de restaurante pésimo, caro y malo. Al turista no lo dejan meter sus cervezas de lata, refrescos o comida, cuando es una playa pública, obviamente para favorecer a este “empresario chafa”, lo que lleva implícito la evidente “mochada” al director o administrador de este organismo, que dicho sea de paso ya no tiene razón de ser.

Esta infraestructura que fue construida con recursos públicos, tuvo como origen ser el Club de Playa de los «colonos» de Nuevo Vallarta, pero históricamente nunca la han utilizado como su espacio de esparcimiento, pues los «pudientes» residentes tienen sus espacios privados en sus condominios de lujo frente a esta hermosa playa, cuentan con albercas propias en sus costosas casas, villas y departamentos, jamás han pisado este punto de playa que es más un destino turístico “clasemediero”, el gran turismo se va a Punta de Mita al St Regis Punta Mita Resort.

Incluso esta asociación civil de “Colonos” también ocupa una oficina en este espacio público que nunca usan, está de adorno, jamás realizan una asamblea o reunión, la asociación únicamente se ha convertido en foro para criticar mediáticamente al gobierno municipal o estatal en turno, para exigencias caprichosas de riquillos y hoteleros quisquillosos; inicialmente este Club de Playa fue una oferta inmobiliaria como un “plus” a los compradores, cuando inició la venta de los terrenos de este fraccionamiento en Bahía de Banderas.

Estas deterioradas instalaciones, que son la principal ventana al mar en el corazón de Nuevo Vallarta, por el contrario ha sido únicamente disfrutada por los miles de turistas que vienen a vacacionar cada año a este pujante municipio, principalmente son visitantes nacionales en su mayoría, ya que la verdad es que el turismo extranjero de alto nivel y “los ricos, ricos” no se revuelven con “la clase media”, que sin menospreciarlos también traen una importante derrama económica al destino en las temporadas bajas, son quienes rescatan la economía del consumo de servicios.

Cabe señalar que esta ventana pública al mar del Club del FIBBA, es la única playa certificada de categoría Blue Flag con bandera azul, que otorgan diferentes organismos internacionales a las playas que acreditan calidad de las aguas para el esparcimiento humano, Información, Educación, Gestión ambiental, Seguridad, Servicios e Instalaciones, aunque esto último da mucho que desear, puesto que como ya lo mencionamos la infraestructura se está cayendo por el abandono.

El Fideicomiso Bahía de Banderas, (FIBBA) desde hace mucho que cumplió su función, podemos afirmar que únicamente sirvió hace más de 40 años, para despojar de sus terrenos frente al mar a los ejidatarios de la costa, a quienes les compraron a precios descaradamente baratos pero que el gobierno vendió en millones de dólares; en los sexenios de Celso Delgado y Rigoberto Ochoa dieron el último estoque a este robo en despoblado que inició durante el periodo del Presidente Luis Echeverría, que dicho sea de paso hizo ricos a muchos funcionarios en estas burdas y legaloides operaciones jurídicas.

Lo cierto es que tanto las instalaciones del Club de Playa del FIBBA de Nuevo Vallarta, así como las que se encuentran en La Cruz de Huanacaxtle frente a la popular playa de la Manzanilla, que igualmente son otro “elefante blanco”, también abandonadas y deterioradas, lugar que en donde en tiempos de Ney González estuvo un Centro Digital y de Edición, Protección Civil Estatal, con Roberto Sandoval el Centro Calidad Nayarit, proyecto que no fructificó, pero que terminó siendo utilizado como una bodega y negocio privado de unos cuantos particulares, otro desperdicio descomunal y despilfarro de recursos públicos; creo que ahora con el Gobernador Antonio Echevarría García, se encuentra una base de Protección Civil del Estado.

Ambas instalaciones del FIBBA, tanto las de Nuevo Vallarta como las de la Cruz de Huanacaxtle, en lugar de estar abandonadas serían de gran beneficio para una institución de educación superior, bien pudiera ser la Universidad Autónoma de Nayarit, que en Bahía de Banderas está en pleno crecimiento con grandes expectativas de poder aportar más a la sociedad y los estudiantes, a los propios hoteleros y restauranteros, les convendría este proyecto, pues la capacitación que les corresponde otorgarla a sus trabajadores, estaría bajo convenio a cargo de la UAN, en donde hay personal docente capacitado para esta tarea, algo de los millones recaudados del impuesto del 12 por ciento para esta institución, pudieran utilizarse en la rehabilitación de estas dos instalaciones abandonadas y subutilizadas, en beneficio de los estudiantes de licenciatura y los trabajadores gastrohoteleros.

Pudieran ser unas instalaciones otorgadas bajo una figura jurídica de comodato, para implementar un gran proyecto educativo, convirtiéndolas en un centro pedagógico y de investigación turística, de capacitación laboral para trabajadores, con incubadora de negocios, agencia de viajes, escuela de Idiomas, laboratorio de gastronomía y mixiología, de servicio a comensales, de organización de banquetes y eventos, que coadyuve para que los estudiantes consoliden sus conocimientos en la práctica real del turismo, en administración y en mercadotecnia, pero además se ofrezcan servicios de calidad a los miles de visitantes nacionales e internacionales que visitan Nuevo Vallarta y la Manzanilla. Esperamos nuestra propuesta tenga eco. Va.

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