En San Juan de Abajo Nayarit, hay una persona de la tercera edad que tiene más de medio siglo cortando el cabello, empezó desde que era adolescente y aún hace cortes de cabello hasta modernos, pues asegura que la peluquería es cosa de imaginación y este día del padre, lo festejaron familiares pero él lo festejó haciendo lo que le gusta.
Se trata de Don Eusebio Anaya Álvarez de 79 años de edad, originario de Tortotlán del Oro municipio de Cuautla Jalisco, hijo de Reyes Anaya Aguilar y María del Rocío Alvarez Contreras ambos ya fallecidos, tuvo nueve hijos de los cuales 4 son varones y 5 mujeres, él vive actualmente con su esposa, una hija y una nieta, en la calle 13 de Septiembre número 69 de la colonia San Antonio, donde también tiene su peluquería.
Don Chebo como también se le conoce, informó a los lectores de este medio, que él inició cortando cabello cuando tenía 12 años de edad en su lugar natal donde su papá también era peluquero, cuenta que en esa ocasión que su papá se fue al norte, aprovechaba que su mamá se iba a lavar a un ojo de agua y él como travesura, le agarraba las maquinas a su papá, se puso a cortar cabello a sus amigos y los trasquiló.
A los 20 años de edad, dijo Don Eusebio que llegó a San Juan de Abajo, en donde ya trabajó como peluquero oficial con una persona llamada Manuel Anaya, con el tiempo se fue a Estados Unidos, pero a su regresó fue a Ocotlán Jalisco en donde siguió trabajando de peluquero con un señor llamado David que le daba un peso por cliente.
También mencionó Don Eusebio, que en una ocasión fue al mercado de Ocotlán Jalisco y vio cuatro peluquerías una de las cuales tenía el sillón solo, con el cual aneló vehementemente algún día trabajar en uno de esos ya como propietario, pero cuando trabajaba con Don David, siempre llegaba una persona de baja estatura de ojos grandes que lo observaba cómo trabajaba y le dijo a David que le pasara al empleado, quien resultó ser el dueño de la peluquería en donde Don Eusebio vio solo un sillón, a donde llegó a trabajar, cuyo patrón le abrió los ojos y se portó bien con Don Chebo, de quien dice, que lo poco o mucho que él aprendió, se lo debe a esa persona en cuestión.
Tiempo después, dice Don Eusebio que se regresó a San Juan de Abajo y se fue a trabajar a Puerto Vallarta con Salvador Romero, después Ramón Navarro le pidió a Don Eusebio que lo enseñara a cortar cabello, cuando terminó de enseñarlo, Don Eusebio se fue con José Mara, a quien le trabajó un tiempo pero llegó la escases de trabajo con la moda del cabello largo y se fue a trabajar a la obra como carpintero.
Despues de la obra donde trabajó un tiempo, se fue a trabajar a TABAMEX de San Juan de Abajo, como mayordomo de planteros de tabaco durante 14 años, pero en una ocasión, su hijo le pidió dinero para cortarse el cabello, pero como no tenía, le dijo que él se lo cortaría con un par de tijeras que tenía y fue entonces que siguió el oficio.
Don Eusebio empezó a ser visitado para el corte de cabello, por alumnos de una escuela a quienes no les cobrara, al enterarse del caso, una vecina le prestó una maquina para cortar cabello y les pidió que les cortara el cabello a sus hijos pero que no les cobrara, en ese tiempo, Don Chebo cobraba el corte en solo cinco pesos netos.
Afirma Don Eusebio que este oficio le ha dado tanto, que ha vivido una vida agusto y feliz, en el sentido de que él siempre tiene centavos para comer él y su familia en el día así como para el siguiente día, este oficio que siguio el entrevistado, enseñó a su hijo Orlando Alias el moco, también a un nieto y Don Chebo aún sigue cortando cabello, en San Juan tiene 25 años cortando cabello, pero desde que inició tiene 67 años en eso.
Para Don Eusebio no hay corte que no pueda hacer, tiene el equipo suficiente para hacer cualquier corte de cabello de antaño o moderno, cuenta con un sillón que es una reliquia colombiana que no hay en cualquier lugar, el cual le costó hace mucho tiempo en 950 mil pesos viejos, también tiene la navaja antigua que se afilaba tallandola a un cuero o plástico pero actualmente no la usan por higiene y por que usan otras navajas.
Este día del padre, a Don Eusebio lo festejaron sus hijas que vinieron de Puerto Vallarta a ofrecerle camarones, comida, un pastel y la foto, pero eso no fue impedimento para que el festejara como lo sabe hacer, trabajando en lo que le gusta, pues asegura que la peluquería no es para flojos, él a las 7 de la mañana ya tiene listo el servicio y corta cabello hasta las 20 horas o más tarde, pero todos los días trabaja.
Finalmente Don Eusebio aconseja a los nuevos peluqueros, que sean atentos con su trabajo siempre a todas horas, porque la peluquería es muy sentida, y si viven del este oficio deben atenderlo, eso de hacer cita no es correcto dijo, el que va llegando que haga fila y no se desprecia a nadie, él cobra actualmente 50 pesos y que no hay porque cobrar más, porque el servicio mayormente lo necesitan los asalariados y estos hasta dejan propinas por lo que no hay porqué cobrar de más, pues hasta le dejan propina, pues aunque su peluquería está pequeña, cuenta ya con el wifi y el aire acondicionado.
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