Los movimientos sociales populares son como las grandes marejadas en tiempos de tempestad, esto es, se mueven furiosas de mar a tierra arrastrando todo, destruyendo lo que está a su paso y, luego en su reflujo se vuelven masas una vez pasada la tempestad.
Los movimientos sociales de masas que emergen en circunstancias específicas de la historia si no existe un sustento ideológico y organizativo irrumpen por la fuerza de los instintos más primitivos y por la acumulación de resentimientos y de frustraciones generacionales. Los gobiernos fascistas europeos y las dictaduras militares del siglo pasado son un claro testimonio de esta aseveración.
Hago esta reflexión en el marco del campeonato mundial de futbol y ante la proximidad de los comicios en los que elegiremos al próximo Presidente de la República.
Semanas antes de que México enfrentara a la poderosa selección de Alemania la mayoría de los fanáticos de futbol y los comentaristas deportivos exigían la cabeza de su técnico Juan Carlos Osorio y a su vez vaticinaban una terrible goleada a nuestra selección. El escepticismo era casi total.
Este pasado domingo contra todos los pronósticos nuestra selección mexicana venció 1 a 0 a la campeona Alemania. La euforia se desbordó a lo largo y ancho del país. Muchedumbres se lanzaron a las calles y plazas públicas a celebrar con júbilo la victoria del tricolor en las que participaron gente de distintas preferencias políticas-electorales se abrazaban hermanadas por el insólito triunfo. Todas las querellas y enconos sociales despresurizaron la olla express la que amenazaba explotar en los próximos resultados electorales si no se respeta la voluntad popular. Incluso a esta euforia popular se sumaron los candidatos presidenciales para llevar agua a su molino.
Con las nuevas expectativas de victorias ¿Cómo reaccionará la fanaticada si la Selección Mexicana pierde ante la mediocre selección de Corea del Sur o no logra pasar al quinto partido? Hoy el técnico Osorio y el “Chucky” Lozano son considerados como héroes nacionales; de fracasar la selección mexicana en sus siguientes partidos Osorio será satanizado al que habrá de cortarle la cabeza.
Las masas populares se mueven como un péndulo ora impulsado por la esperanza a un futuro promisorio y, por tanto tolerante y solidario; ora por la desesperanza traducida en irritación, impotencia y en una potente fuerza destructiva que genera la ingobernabilidad de una Nación.
En estas circunstancias no hay razonamientos que valga ni líder carismático que las contenga…
El próximo escenario electivo.-Continuando el hilo conductor de esta columna veamos el escenario electivo del próximo 01 de julio.
Si tomamos como base los resultados de la mayoría de las empresas encuestadoras incluyendo la encuesta pagada por la COPARMEX es el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador el que se perfila como el próximo presidente de México en un rango del 15 a 20% por arriba del candidato que ocupa el segundo lugar.
Ahora bien suponiendo que su ventaja real fuera del 10% de la votación efectiva emitida en las urnas cada punto porcentual significaría alrededor de 650 mil votos multiplíquelos por 10% tendríamos 6 millones 500 mil votos, sufragios necesarios para el que hoy ocupa el segundo lugar para que la competencia sea de pronóstico reservado. En 9 días que resta de campaña de proselitismo electoral será un esfuerzo titánico alcanzar esa suma de votos.
Lo anterior explica el por qué desde la semana pasada y en lo que resta de la campaña arreciará las llamadas por telefonía móvil una intensa campaña para desacreditar al candidato puntero.
Quien proporcionó la lista de nombres de usuarios incurre en los delitos de violación a los derechos de privacidad a sus clientes y a la protección de sus datos personales. El propósito es desalentar la participación ciudadana.
La mejor manera de enfrentar estas campañas negativas es mejorar la comunicación de los candidatos y una sólida estructura territorial que motive a los ciudadanos a concurrir a las urnas y ejercer libremente su voto.
A todos los partidos políticos y a sus candidatos conviene la participación ciudadana sin presiones desde y por los gobiernos estatales y federal.
El triunfo o la derrota no están asegurados para nadie porque desconocemos cual será el ánimo de los sufragantes el día de la elección.
¿Cuál será la orientación de su voto de millones de mexicanos si la selección de México continua victoriosa? El nacionalismo exacerbado une instintivamente a las masas populares más allá de filias y fobias, porque promover el desaliento popular es conducirlo a la desesperanza y a la ingobernabilidad social.
He aquí la enorme responsabilidad con la que deben conducirse los 4 candidatos presidenciales y la clase política hoy en el poder gubernamental…
Estimado lector: si deseas consultar sobre los temas de esta columna visítanos en nuestra página http://conjeturas-cruzangulo.blogspot.com/
Este contenido esta protegido por los derechos de autor y de propiedad intelectual. Se prohibe la copia, transmisión o redistribución del mismo sin autorización por escrito de Noticias DLB. Todos los derechos reservados copyright 2024.
Comentarios