De acuerdo con datos de la Sociedad Mexicana de Oncología, al día mueren quince mujeres por esta enfermedad. Un estudio reciente ha detectado un nuevo factor de riesgo, que pocos hubiéramos advertido.
Según investigadores de la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan, Estados Unidos, la exposición a la luz artificial en las noches vuelve 14% más propensas a las mujeres a padecer cáncer de mama.
¿La razón? Este tipo de luz reduce los niveles de melatonina, hormona que se produce al anochecer y tiene la función, entre otras, de estabilizar las hormonas sexuales.
El desequilibrio de dichas hormonas está relacionado con el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, entre ellos el de mama.
Además, apuntan, las más afectadas son las que tienen un horario laboral nocturno, pues son vulnerables a que sus niveles de melatonina disminuyan. Lo anterior, las expone a sufrir cambios físicos, conductuales y mentales (alteración ritmo circadiano), vinculados con el cáncer.
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