Por las calles de Sayulita han llegado multiplicidad de puestos callejeros. Venden todo tipo de artículos, ropa, gorras, lentes, artesanías, «plata», etc.,etc.
La queja es de los comerciantes establecidos que si pagan impuestos, licencias de funcionamiento y buscan salir adelante de manera honrada cumpliendo con los requisitos que establece la ley.
«Solo contribuyen al caos en Sayulita, llegan e invaden la calle, ocupan lugares donde se podrían estacionar los visitantes y todavía dejan sus camionetas estacionadas ocupando más lugar. Venden y no contribuyen con el pueblo ni pagan impuestos al gobierno, están todos los días y se van muy contentos con su venta del día, mientras los comerciantes locales tenemos que salir adelante con esta competencia desleal que solo es un problema más para Sayulita.»
Y es que el problema de Sayulita es que tiene calles muy estrechas pues el trazo del pueblo es el original, no hay un lugar donde se puedan estacionar los turistas y visitantes, por lo que las vialidades lucen llenas de carros, además que ahora está de moda que los restaurantes y pongan mesitas en las calles, de manera que la presencia de los puestos ambulantes viene a contribuir al caos que resulta visitar Sayulita, donde no hay lugar para estacionarse.
«Nos está afectando a todos los negocios del pueblo la proliferación de puestos ambulantes» concluyó el comerciante.
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