• En tanto al “jornal” de obrero, “permanencia no es igual a productividad”
• El trabajo docente y de investigación es especializado y complejo, por lo tanto, su valor es superior al trabajo simple, lo que no se reconoce por la autoridad estatal y federal
• La normativa secundaria en materia laboral y educativa es totalmente obsoleta en perjuicio del sector, ante una clara la indolencia de legisladores federales y locales
Reflexionando en nuestro cubículo en la UAN Bahía de Banderas, siempre concluiremos que el trabajo docente es especializado, ya que implica mucho esfuerzo intelectual y desgaste físico mental, no es un trabajo de 4 paredes ni de 8 horas de jornal como en una fábrica, el Profesor auténtico invierte más de 40 horas a la semana, por un salario que no le es suficiente para vivir con decoro, menos en zonas catalogadas «vida cara», como indiscutiblemente lo es en Bahía de Banderas, en donde mínimamente los trabajadores de la educación gastan en promedio 300 pesos al día en trasladarse a sus planteles y paga rentas de 8 mil pesos mensuales de las más baratas, los créditos del Infonavit no alcanzan para una casa con valores superiores a los 2 y medio millones de pesos.
En la actualidad ser docente ya es un “viacrucis”, puesto que la normativa secundaria en materia laboral y educativa es totalmente obsoleta en perjuicio del sector, ante una clara la indolencia de legisladores federales y locales, pues existen claras contradicciones entre la Ley Federal del Trabajo, la Ley de Educación y la Ley del Servicio Público, al igual que con todas las normativas en materia de Auditoría y Contraloría Laboral, que en la inmensa mayoría de las veces se contraponen también a los principios de «Autonomía» de las Instituciones de Educación Superior» muy claras las leyes así como con los propios Contratos Colectivos de Trabajo, reconocidos también en la propia Ley, que dicho sea de paso no defienden sindicatos sumisos, entreguistas y débiles.
Esta situación adversa al docente, se agrava ante la falta de formación teórica de funcionarios de la SEP, SEPEN, ASF y la ASEN del gobierno federal y estatal, con su incapacidad de interpretar la Ley, pues desconocen su carácter de imperativos categóricos o interpretativos de las normas, por lo que en su errónea visión de las políticas para combatir la corrupción, decidieron catalogar al trabajador docente como «servidor público», un clásico «burócrata», ya que se nos paga con recursos públicos, por tanto sujetos a un «jornal obrero», cuando la Ley Laboral y la propia de Educación considera a la docencia e investigación como «especializado». Ya los quisiera ver preparando 8 materias diferentes, leer material y luego abstraerlo, para debatirlo impartiendo clases en sesiones de dos horas.
En México es el país en donde el trabajo docente del sistema educativo público es el peor pagado en el mundo, en Nayarit la UAN es institución con los sueldos más bajos de las universidades públicas, que a pesar de que ya está demostrado los empleados administrativos, investigadores y docentes no somos culpables de la crisis, el Estado sigue manteniendo la «espada de Damocles» sobre sus espaldas, con la “paranoia” de búsqueda de «aviadores» ya se les comprobó también que no existen, (si es que los hubo ya se jubilaron), lo que consideramos es una cortina de humo para no otorgar los recursos que le corresponden a la institución, para que pueda cumplir con sus compromisos contractuales, sus gastos de operación y funciones sustantivas.
Tenemos «esperanza» de que la próxima Presidente de la nación Claudia Sheinbaum, al ser universitaria y científica egresada de la UNAM, logre revertir las políticas neoliberales en materia de Educación Media y Superior, en tanto al otorgamiento de recursos y reconocimiento de prestaciones laborales, que no cambió absolutamente nada este gobierno de la Cuarta Transformación que ya fenece, para rescatar y fortalecer a las universidades públicas y dignifique el salario que verdaderamente corresponde pagar a la clase trabajadora universitaria.
Confiamos también en los oficios del Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero para que nos ayude con la autoridad federal, y que también esperamos ya no deje influenciarse por inexactitudes de quienes le inventan situaciones de presunta corrupción al interior de la UAN, así como también tenemos expectativas en la capacidad de gestión de la Rectora de la UAN Norma Galván Meza, que hay que puntualizar categóricamente no es la culpable de la crisis financiera, más si la responsable de buscar la solución, para que la SEP, el IMSS, Infonavit y el SAT, consideren la separación del problema financiero que mantiene ahogada a la institución y lo que es necesario para continuar operando y pagando salarios.
Y es que con las auditorías forenses, ya se conocen las «rutas del dinero» que «no cuadran», para que se castigue a los culpables de las malas decisiones administrativas que ocasionaron la crisis, empezando por el ex gobernador Ney González, quien no entregó el subsidio millonario a la UAN y fue el origen de todo esto, que se expandió desde ese “negro” sexenio como bola de nieve, para que ya no sea la clase trabajadora universitaria la que pague los platos rotos al dejar de percibir sus salarios ni les recorten más prestaciones laborales ya ganadas.
La UAN es la Universidad del Estado, un patrimonio social sin la cual no puede concebirse el desarrollo de Nayarit, aquí se forman los hijos de la clase obrera y campesina, de los pequeños comerciantes, pero a la cual sus recalcitrantes críticos atacan con saña, deseando su desaparición, muchos por frustración de que nunca pudieron controlarla políticamente, reviviendo por cualquier asunto menor los imaginarios “tabús universitarios”, pero contrariamente a esos deseos de hundirla, sigue siendo la primera opción de ingreso de los jóvenes nayaritas que aspiran a estudiar el bachillerato y una licenciatura para forjarse un futuro mejor, siempre hacen falta espacios, la demanda es cada vez mayor; muchos políticos exigen apertura, que nadie se quede fuera, pero no mueven un dedo para destrabar la crisis, que los docentes y empleados administrativos no se queden sin percibir sus salarios y prestaciones, aquí tienen mucho que ver los subsidios federal y estatal que le corresponde en la medida de su crecimiento.
Finalmente, la crítica debe ir acompañada de soluciones y en tanto al “jornal” de obrero, “permanencia no es igual a productividad”, el trabajo docente y de investigación es especializado y complejo, por lo tanto, su valor es superior al trabajo simple, pero parece que en México y en Nayarit, a pesar de la gran demanda social de espacios para la educación media y superior, sigue sin reconocerse. Continuaremos con la expectativa de que las cosas mejoren, porque 30 mil estudiantes matriculados en la Universidad Autónoma de Nayarit la prefieren por encima de las universidades tecnológicas, porque es la Universidad del Estado, por lo tanto, si es su responsabilidad. Todo está en manos del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, de la Presidente Claudia Sheinbaum Pardo, del Secretario de Educación Pública Mario Delgado, si lo hacen, me “cae” que “me pongo la guinda”, “verdad de diosito santo, los ángeles del cielo, la virgencita de Guadalupe y todos los Santos, principalmente el de mi pueblo San Miguel Arcángel. Va.
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