En medio de la efervescencia política que vive Puerto Vallarta, la figura del nefasto Luis Ernesto Munguía, candidato del Partido Verde Ecologista, ha generado polémica y disgusto. Graves señalamientos existen en redes sociales y testimonios de allegados dibujan el retrato de un político que parece navegar entre dos aguas, mostrando una cara al público y otra en la intimidad de sus relaciones personales y profesionales.
Una de las denuncias más sonadas proviene de personas cercanas a él: Juan Calderón, quien fuera amigo y colaborador del imberbe Munguía. Según relatos, la traición no es ajena al candidato, quien habría roto lazos de confianza y amistad por intereses políticos y personales. Este episodio junto con otros más, ha dejado una estela de dudas sobre la lealtad y la ética de Munguía en el manejo de sus relaciones, incluso de pareja pues ya dudan de su hombría.
Además, se suma una acusación aún más grave: la violencia de género. Diversas fuentes inclusive su ex pareja, indican que Luis Ernesto Munguía habría incurrido en conductas violentas hacia una mujer, un acto que mancho no solo su imagen personal sino también su candidatura y el partido que representa.
Estas denuncias han encontrado eco en las redes sociales, donde usuarios y ciudadanos expresan su indignación y descontento. La falta de palabra, la traición y la violencia parecen ser los verdaderos ejes de una campaña negativa que rodea al candidato del Partido Verde Ecologista.
Ante estos señalamientos, la opinión pública espera respuestas claras y contundentes. La transparencia y la integridad son valores fundamentales en la política, y los electores merecen conocer la verdad detrás de estas acusaciones. La credibilidad de Luis Ernesto Munguía ya esta desgastada y débil, y con ella, la confianza en su capacidad para representar y liderar.
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