México requiere políticas públicas que fomenten la formalización del empleo, incrementen el
acceso a la seguridad social, la productividad del trabajo y permitan, con mayor pertinencia, la
participación laboral de mujeres en empleos formales, destacaron senadores del Grupo
Parlamentario del PRI.
Señalaron que la formalización laboral y una mayor participación de las mujeres en empleos
formales impulsará la productividad, el crecimiento económico, la recaudación tributaria y
reducirá la pobreza laboral.
Las y los legisladores del PRI, enlistaron un punto de acuerdo, en la Gaceta de la Comisión
Permanente, del 28 de junio, en el que proponen exhortar a las secretarías de Hacienda y
Crédito Público, y del Trabajo y Previsión Social, a diseñar e implementar medidas y acciones
para impulsar la formalización laboral e incrementar la participación laboral de las mujeres.
Para ello, indicaron, se debe promover la inversión pública, estímulos a la inversión privada y
apoyos a sectores estratégicos para generar empleos formales en todo el país; impulsar la
afiliación a la seguridad social entre trabajadores informales; facilitar el acceso al
financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Así como simplificar la carga administrativa y regulatoria para las empresas; mejorar el acceso
a oportunidades de capacitación y formación de los trabajadores.
Las y los senadores consideraron fundamental reconocer y actuar frente a estas demandas
que representan los principales problemas estructurales del mercado laboral mexicano en la
actualidad, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las y los trabajadores.
En la propuesta, que se turnó a la Tercera Comisión de la Permanente, los legisladores
también reconocieron, que más de la mitad de las y los trabajadores de México laboran en la
incertidumbre, sin que se les garanticen sus derechos laborales, prestaciones de ley o el
acceso a una pensión para el retiro.
Informaron que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, al primer trimestre del
2023, señalan que la tasa de participación laboral de los hombres es de 76.3 por ciento,
mientras que la de las mujeres es de 45.9 por ciento.
Los legisladores mencionaron que la mayoría de las mujeres que pertenecen a la Población
Económicamente Activa y que no se insertan al mercado formal de trabajo, lo hacen por
cumplir con tareas domésticas no remuneradas, y porque los empleos que se ofertan no
cuentan, con la flexibilidad en horarios que requieren cuando les es posible salir a trabajar,
pero necesitan regresar a sus hogares para atender o cuidar a sus hijos.
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