- Trabajar «clases en línea» en todos los niveles educativos, puso al descubierto la gran desigualdad social existente entre los mexicanos
- Sería de gran impacto social, que la Presidente Mirtha Villalvazo a través de la Dirección de Educación y Cultura, integre un gran proyecto de por lo menos tres Mega Bibliotecas en diferentes puntos del municipio
Trabajar «clases en línea» en todos los niveles educativos, ha sido todo un dilema, ya que durante esta contingencia sanitaria por el COVID, se puso al descubierto lo que ya se sabe, la gran desigualdad social existente entre los mexicanos, pero que se agravó con la pandemia, ya que no todas las familias tienen conectividad al internet en sus hogares, ni cuentan con aparatos electrónicos modernos, muy costosos en la actualidad, ya sea teléfono, tableta o computadora, además de que hay zonas rurales prácticamente sin acceso a la red.
Es la minoría de alumnos los que cuentan con recursos digitales y conexión a internet, porque aquellos que acudían a los computadores de su plantel o a los denominados «ciber», indiscutiblemente no han podido recibir clases o conferencias en línea, ni capturar trabajos y mandarlos por correo, los programas educativos de ninguna manera lograron los aprendizajes y saberes esperados en esta modalidad, así que ante el regreso paulatino a las aulas, los docentes han tenido que retomar temas previos al grado que se cursa, ya que muy pocos estudiantes cumplieron al cien por ciento con las actividades e indicaciones, esto sin dejar de mencionar que las dificultades económicas obligó a muchos alumnos a trabajar para apoyar a sus familias, por lo que no pusieron la atención debida a su “educación en línea”.
Conozco muchos casos en que realmente los jóvenes «no pueden» cumplir con sus trabajos académicos y conexión por falta de recursos, por lo que esta situación pone nuevamente en la mesa de discusión que el Gobierno Federal debe invertir más en libros de texto y de trabajo de manera gratuita para cada estudiante, desde la primaria hasta los niveles superiores, como en el pasado, en donde no había Google más que libros, enciclopedias y diccionarios, independientemente del programa de “Becas del Bienestar” que es de buenas intenciones, pero que tiene que ser perfectible, porque no llega a quienes realmente lo necesitan.
La crisis de la pandemia va para largo, en todo este tiempo y al regresar a lo presencial, se ha aprendido a combinar ambos sistemas, por lo que el Gobierno tiene forzosamente que destinar millonarios recursos en bibliotecas y tecnología digital en todos los planteles del país, esto significa: miles de libros, centros de cómputo dignos y con equipos suficientes. No equipos obsoletos, lentos y que no alcancen para todos.
En este contexto sería de gran impacto social, que el gobierno de la Presidente Mirtha Villalvazo Amaya, a través de la Dirección de Educación y Cultura del Ayuntamiento, integre un gran proyecto de por lo menos tres Mega Bibliotecas en diferentes puntos del municipio, gestionando a la vez con los diputados federales, se asignen los recursos necesarios para tal fin, además de lo que puedan concursar en el Catálogo de Programas Federales que el Gobierno de la República pone disposición de los municipios cada año, además de la aportación que pudieran hacer la iniciativa privada, en tanto al equipamiento e infraestructura educativa en espacios públicos.
Ante el evidente rezago las bibliotecas son una urgente necesidad social, ya que reiteramos que son cientos de estudiantes de primaria, secundaria, bachillerato y licenciatura, que por la falta de dinero en sus familias, no han tenido acceso al internet ni a la compra de libros actualizados para investigar y hacer sus tareas, formarse en la modalidad de a distancia y en línea, que aunque se regrese, el acceso a las tecnologías de la información ya es prioritario en la formación de los estudiantes.
Por lo tanto, impulsar un gran proyecto de “Megabibliotecas” con cien computadoras y cincuenta tabletas mínimamente, conectadas a la web, a bibliotecas virtuales como la de la UNAM, así como un suficiente acervo bibliográfico, con asistentes capacitados para que asesoren a los estudiantes no es descabellado; que les bajen el sueldo a regidores y funcionarios, que ya no les compren carros ni les paguen viáticos o gastos de representación y con eso se pagan esas computadoras.
En Bahía de Banderas únicamente tenemos una biblioteca pública, está en San José del Valle, pero totalmente abandonada, con puros libros viejos y computadores obsoletos, aunque no estamos seguros siga funcionando. Los nuevos funcionarios en el área de educación municipal deben romper con la dinámica de únicamente ser “representantes de la Presidente” en actos de actividades cívicas, honores, concursos escolares, clausuras y demás, para ponerse a trabajar en un proyecto de esta naturaleza, que trascienda lo hecho hasta ahora, no es una tarea imposible y “cuánto se pueden gastar” que no valga la pena. Los niños, adolescentes y jóvenes se lo agradecerán.
Impulsar tres Mega Bibliotecas sería un reto para el gobierno municipal de la alcaldesa Mirtha Villalvazo y el área de Educación, por lo menos aunque sea una en la población más grande que es San José del Valle, ya de “perdida” instalar internet de alta velocidad en las plazas públicas o en las propias escuelas con cargo al Ayuntamiento, para que los estudiantes de todos los niveles puedan accesar al internet. Va.
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