Comentarios de la Bahía: El reto de Héctor Santana, Selene Cárdenas y Alejandro Regalado

  •  Hacer las leyes no es tarea fácil
  • Una cosa es la campaña, y otra es cumplir con su alta encomienda de proponer y actualizar leyes que han dado motivo a la corrupción en Bahía de Banderas
  •  Es tiempo de borrar esa imagen o el paradigma de que una diputación es un regalo o una compensación semejante a vacaciones bien pagadas

Pasaron ya las elecciones y ante el contundente resultado de la elección en favor de los candidatos de MORENA y sus aliados, ya es hora de ponerse a trabajar desde antes que tomen posesión de sus cargos, haciendo a un lado las “vendetas”, los agravios dichos al fervor de la campaña, de un lado y del otro, erradicar el revanchismo y sacudirse los mitotes políticos, que no le abonan a la reconstrucción y avance de la sociedad.

Es que no hay plazo que no llegue y teniendo ya el carácter de Diputados locales electos, tanto Héctor Santana, Selene Cárdenas y Alejandro Regalado, ahora únicamente están a la espera que se llegue la fecha de su toma de posesión y protesta de su cargo, recibir credenciales, oficinas, instalaciones, etcétera, quedando investidos ya con la representación en su curul, pero lo más importante definir su agenda legislativa en donde hay bastantes asignaturas pendientes.

Deben realizar un trabajo que verdaderamente se vea, porque una cosa es la campaña, pero la otra es cumplir con su alta encomienda de proponer y actualizar leyes que han dado motivo a la corrupción en Bahía de Banderas, como la Ley de Alcoholes, la Ley de Asentamientos Humanos y las leyes que tienen que ver con la construcción, la seguridad pública, la movilidad y tránsito, entre muchas otras que son letra muerta y no se respetan.

Igualmente habrá que imponer leyes más rigurosas para asegurar la sustentabilidad, el respeto a la naturaleza, evitar también la instalación de los espantosos anuncios y espectaculares, que contaminan y causan accidentes por la distracción al verlos, concretar la conurbación con Puerto Vallarta, por sólo mencionar algunos temas, porque para nadie es desconocido que funcionarios encargados de hacer valer estas leyes, se han hecho riquillos de la noche a la mañana; quejas de la ciudadanía, de empresarios de la construcción, de servicios turísticos y del transporte, son infinitas.

Los nuevos diputados que integrarán la próxima Legislatura Estatal, representan porciones territoriales y de población, a la que prometieron todos “bajar recursos”, “traer inversiones para obras y empleos, primero esto, primero aquello, prometieron salud, empleo, pensiones, hospitales, no se les olvidó nada, como si fueran candidatos a Gobernadores o Presidentes, cuando su función principal y esencial es legislar, esto es, hacer las leyes, lo que involucra todo un proceso que se inicia en el conocimiento directo de las necesidades reales de las poblaciones que representan, para eso recorrieron sus distritos y municipio durante sus campañas, para conocer las demandas sociales que se traduzcan en leyes que cumplan las expectativas actuales.

No sólo a hacer leyes se reduce su función, también deshacerlas cuando ya no sirvan, reformarlas y para todo esto hay que revisarlas, aun sin haberlas sentido en carne propia, esto es, haber sido objeto o víctima –según los casos- de aplicación o no de leyes obsoletas, malhechas, de procedimientos tardados y funcionarios déspotas o empleados desacomedidos.

Un diputado tiene mucho trabajo que realizar, que no lo hagan es otra cosa, es tiempo de borrar esa imagen o el paradigma de que una diputación es un regalo o una compensación semejante a vacaciones bien pagadas, donde el agraciado hasta deja su trabajo que desarrollaba, muchas veces entonces socialmente más útil, como profesor, abogado o médico, obrero, comerciante, industrial, etcétera.

Un diputado no es un constructor de obras, ni maneja presupuestos para aplicar en tal o cual región, ni es un gestor particular a cuyo pedimento se concedan las cosas o recursos que necesita una región para su desarrollo, un legislador es integrante de un cuerpo colegiado, que se distribuye en comisiones de trabajo para determinados objetivos, es un elemento que pude influir e incidir en la solución de problemas sociales.

Su papel principal es que se traduzcan en leyes los clamores populares, leyes que sirvan para la convivencia social, para el progreso, para el desarrollo de los pueblos. Hay muchas leyes que esperan una revisión a fondo, para ser actualizadas otras tantas, modernizadas, en todos los aspectos y las actividades productivas se debe contar con instrumentos legales que brinden seguridad, garantías, protección y defensa al ciudadano de manera automática; la agricultura, la pesca, ganadería, minería, la educación; la industria en todas sus ramas, los medios de comunicación, requieren de marcos legales bien construidos por expertos en las diferentes materias que se traten.

En la actualidad hay procedimientos legales que son exageradamente tardados y la justicia lenta, sin que nadie haga nada para remediar esta situación. En fin, todo el sistema de justicia requiere de una transformación vigorosa. Por lo tanto, es necesario que los cuerpos legislativos también cuenten con estudiosos del derecho, investigadores en diferentes rubros, que sirvan de asesores a los que el pueblo encarga la hechura de las leyes; porque ejemplos sobran de leyes malhechas que sobrecargan el trabajo de los procuradores y juzgadores.

Es hora que los diputados y diputadas electos se pongan a trabajar con entusiasmo, para lo que están encargados y no para “politiquear” y buscar desde ahora la candidatura a la Presidencia Municipal para el 2024, porque hacer leyes no es tarea fácil, es labor de equipos, empezando por su lectura, principalmente por las que más resiente el pueblo en carne propia, que son las leyes mercantiles, laborales, civiles, penales y de procedimientos, que retardan la justicia, la tergiversan y propician la corrupción entre los litigantes y todo el aparato de la justicia.

Héctor Santana, Selene Cárdenas y Alejandro Regalado, deben quitarse los colores y trabajar en equipo para transformar esas leyes que por su interpretación a modo han propiciado la corrupción en Bahía de Banderas; también ya es hora que quienes serán nuestros diputados, coadyuven para que desde la tribuna y con el respaldo de sus bancadas, en conjunto gestionen un aumento al presupuesto estatal para Bahía de Banderas, para que la próxima Presidente Municipal
Mirtha Villalvazo Amaya, pueda contar con los recursos suficientes para solucionar la problemática social, además de concretar leyes que garanticen las inversiones, que son las que fomentan los empleos, pero a la vez resolviendo las demandas de la comunidad.

Igualmente deberán darle seguimiento a las leyes que por cierto presentó como iniciativas en tribuna el propio Héctor Santana la primera vez que fue diputado, como son la Ley Anticorrupción, la Ley Anti endeudamiento Público, así como las leyes que imponen castigos más severos a quienes atenten contra la mujer y las que garantizan sus derechos políticos y fundamentales, para que se hagan efectivas.

La sociedad de Bahía de Banderas espera verdaderos diputados, que legislen efectivamente, no que sean decoración, ni acompañantes de los gobernantes en actos públicos, mucho menos que se dediquen a “gestionar despensas, sillas de ruedas y viajes en ambulancia a Tepic” o a “gestionar pasaportes”, para eso hay otras instancias, no, no, no, su principal tarea es legislar. Tienen la gran oportunidad de hacer historia y realizar el trabajo, que a salvo honrosas excepciones, no han hecho sus antecesores. Va.

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