A más de un año desde que la Organización Mundial de la Salud declaró estado de emergencia debido al constante incremento de casos de coronavirus. El mundo se encuentra en otra encrucijada con la aplicación de las vacunas para combatir el coronavirus. Países como Israel, Estados Unidos, El Reino Unido, Alemania, Francia, entre otros, establecen el ejemplo en el cual buscan terminar la vacunación de sus ciudadanos a finales de verano, antes de la llegada del invierno. Mientras que países latino americanos como México, Honduras, Venezuela, Colombia, Perú, entre otros se encuentran con problemas de suministros y por consiguiente, la aplicación de las vacunas suele no ser tan efectiva. Generando un sentido de necesidad en su población menor a 50 años que busca la aplicación de vacunas en otros países, tal es el caso de miles de mexicanos que se encuentran viajando a los Estados Unidos para poder adquirir una de las vacunas aprobadas por la FDA.
Desde que comenzó el plan de vacunación en México se han generado grandes especulaciones con respecto al tiempo que tardaría el país en vacunar a toda la población mexicana. Esto fue debido a la pobre planeación llevada a cabo por el gobierno en la compra de vacunas, así como la compra de vacunas que ni siquiera se encontraban aprobadas por la FDA. Por lo que mientras en Estados Unidos nuestro país vecino se aplicaban millones de dosis al día de las vacunas Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson que son las vacunas aprobadas por la FDA. En México se empezaba la aplicación de vacunas al personal médico y a personas mayores en pueblos pequeños usando vacunas como la CanSino, la AstraZeneca, la Covaxin y la Sputnik V, así como algunas dosis de Pfizer. Esto generó preocupación en el pueblo mexicanao ya que mientras se veía el incremento de personas vacunadas en Estados Unidos y otros países, aquí se veía el gran problema que se avecinaba ya que no se tenía certeza de que las personas que fueron administradas una primera dosis lograrían tener la segunda de la misma vacuna.
Hoy seguimos viendo que el plan de vacunación en el país sigue siendo ineficiente ya que apenas el 9.7% de la población mexicana cuenta con la vacunación completa. Mientras que en Estados Unidos el 41% de la población estadounidense ya cuenta con una vacunación completa. Así como vemos que en diferentes estados americanos se ha quitado el uso obligatorio del cubre bocas y los establecimientos regresan a la normalidad. La realidad es que la necesidad de incrementar las dosis administradas en México es necesaria de igual manera se necesita aumentar el número de centros capacitados para aplicar las vacunas. Esto es debido a que se han observado a personas haciendo filas eternas en las cuales se encuentran durmiendo afuera de estos centros con la esperanza de lograr vacunarse. En los que se encuentran arriesgando su salud ya que la mayoría de estas personas son adultos mayores que llevan sus sillas y cobijas para soportar la noche y obtener su vacuna. Por lo que no nos resulta extraño que cientos de mexicanos se encuentren embarcando varios viajes a Estados Unidos para lograr vacunarse.
En el último mes se ha visto el incremento en los precios de los vuelos saliendo de México a diferentes estados de Estados Unidos. Debido a que los ciudadanos mexicanos se encuentran viajando para vacunarse en los miles de centros de vacunación que hoy en día existen en EUA. Las publicaciones en los grupos de Facebook preguntando por las experiencia de las personas que ya se fueron a vacunar al otro lado y recomendaciones de a donde ir cada día son más frecuentes. Así como publicaciones en las redes sociales de mexicanos con su cartilla de vacunación de Estados Unidos, mostrando la ineficiencia de su propio país. Dando a entender que el sistema implementado por los Estados Unidos es sumamente eficiente que autorizan la vacunación de cualquiera que la vaya a alguno de estos centros y la solicite. Entendiendo que para que un mexicano logre vacunarse en EUA lo único que necesita hacer es comprar un boleto de avión, generar un cita por internet en cualquiera de las farmacias estadounidenses que cuenten con la vacuna, elegir la vacuna que desea; Moderna, Pfizer o Johnson & Johnson. Después elige el día y la hora en la cual desea vacunarse y en el instante la cita de la primera y la segunda dosis quedan generadas. Días antes de que le toque la cita, las farmacias les están mandando mensajes para recordarles la hora y el lugar de su cita. Con esto la persona llega a estas farmacias y se dirige hacía la ventanilla en donde se encuentra la enfermera encargada de aplicar la vacuna. Esta le pide una identificación y no importa si es un pasaporte o una licencia para conducir, de igual manera aunque no cuente con ella no pierde el derecho de ser vacunado. Llena un formulario en el cual le preguntan sobre posibles alergias o enfermedades pasadas. Entrega el formulario y a los 10 minutos lo pasan para ser inyectado, llega la enfermera y la inyección dura menos de un segundo y el piquete es mínimo. Le entregan su cartilla de vacunación en la cual viene el día y la hora en la que su primera aplicación de la vacuna fue administrada y se queda 15 minutos para ver que no tenga ningún efecto secundario, pasan los minutos y se puede ir sin problemas y a las tres semanas regresa para repetir el proceso. De esta manera evitando las grandes aglomeraciones que se llegan a generar en los centros de vacunación en México.
La realidad de hoy es que es más efectivo vacunarse en otro país que en México. Los mexicanos ya no quieren quedarse sentados esperando el momento en el cual lleguen a ser vacunados. Por ello no les importa hacer múltiples viajes para lograr vacunarse y poder volver a la vida que dejaron atrás a principios de 2020. Mientras seguimos viendo a un gobierno mexicano desinteresado y desorganizado.
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