Quizás no aparezca su foto en la boleta electoral para Presidente Municipal de Bahía de Banderas, pero la gran señora, Ana Esperanza Berumen sin duda continuará con su loable labor, cuando los bahiabanderenses votemos por Jaime Cuevas, además de la continuidad en una buena administración municipal, también garantizaremos que desde las capacidades y competencias del DIF Bahía de Banderas, los sectores más vulnerables de la población sigan recibiendo una atención de calidad, con sensibilidad y una verdadera vocación de servicio.
Grandes mujeres han pasado por el cargo honorario del DIF municipal, desde la señora Olga Sandoval de Tapia, la legendaria Martha Robles de Paniagua, la muy querida Cuquita Gómez de Cervantes y Montserrat Peña de Gómez, con su sensibilidad… El espacio no era fácil de ocupar, por las grandes expectativas de los bahiabanderenses del servicio que otorga el DIF Municipal.
Así la señora Ana tomó un organismo en una situación económica complicada, en donde hubo que echar mano de la creatividad, aunado a mucha voluntad y un trabajo constante, una esperanza para la asistencia social, la Licenciada en Trabajo Social demostró de qué estaba hecha, una mujer sensible, de acción y aplomo, desde la Presidencia del DIF ha dirigido los trabajos de una manera eficaz y eficiente, se ha sentido ampliamente el avance en la prestación de los servicios de asistencia social, el Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de las Familias ha respondido con creces y la señora Ana Esperanza Berumen ocupa ya un espacio importante en la historia de Bahía, pero sobre todo un espacio en el corazón de miles de habitantes del municipio que han recibido atención de calidad, con calidad y de manera oportuna.
Falta mucho por hacer, en un municipio tan dinámico socialmente, siempre se presentarán retos nuevos, pero la señora Ana ha dejado claro que trae con qué enfrentar la responsabilidad, sin duda, seguirá dando la cara por los más desprotegidos.
Por eso, en Bahía, al votar por Jaime Cuevas también votaremos por una gran mujer, Ana Esperanza Berumen!
Yo digo.
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