Frideras, Frideritas y El Toro se han colocado en el mapa turístico de Riviera Nayarit; los viajeros pueden llegar a ellas desde Los Ayala y disfrutar un día lleno de aventura o un descanso placentero
Todo mundo conoce Rincón de Guayabitos y su hermosa Isla del Coral, y aunque es innegable la belleza de esta y su valor como icono del corredor turístico formado por Rincón de Guayabitos-Peñita de Jaltemba-Los Ayala, en la Riviera Nayarit, hay otras playas todavía poco exploradas que bien vale la pena conocer.
En esta ocasión nos enfocaremos en tres pequeñas y encantadoras: Playa Frideras, Playa Frideritas y Playa del Toro, que forman el nuevo corredor que hay que seguir muy de cerca. A las tres se puede llegar por tierra o por mar, resultando una experiencia por demás gratificante ya que están rodeadas de vegetación y reciben muy pocos visitantes, ideales para pasar un día en la más absoluta tranquilidad.
Los viajeros pueden acceder desde Los Ayala o desde Rincón de Guayabitos y disfrutar un día lleno de aventura, un descanso placentero y una estancia regeneradora.
Playa Frideritas, llamada también “Playa del beso”, se encuentra aproximadamente a 150 metros caminando desde la playa los Ayala. Al final de la costa se observa un camino entre las montañas que termina en una pequeña reserva en la jungla. Luego de aproximadamente 7 minutos caminando, al bajar la última pendiente se encuentra un pequeño paraíso que goza de la mayor tranquilidad: una encantadora playa de arena dorada y textura fina, sus aguas tienen tonalidades que varían de azul al verde y su alrededor está perfectamente complementado con su predominante vegetación.
Playa Frideras es la de mayor extensión y más desarrollada, ya que incluso hay un restaurante que ofrece mariscos frescos; y aunque tiene una costa más rocosa, durante la marea alta cuando el océano está en calma ofrece buenas condiciones para practicar esnorkel e incluso bucear. Se puede llegar fácilmente en lancha tomando un tour desde Los Ayala.
Playa del Toro es una playa de pequeñas dimensiones -mide sólo 200 metros de largo por 30 metros de ancho- y es poco visitada debido al esfuerzo que se requiere para acceder a ella, pues hay que caminar por un sendero algo inclinado en un recorrido de aproximadamente 2 kilómetros desde la playa de Los Ayala, aunque también se puede arribar en lancha en uno de los tours que ofrece la cooperativa de pescadores. De oleaje tranquilo y pendiente moderada, el agua es cristalina y de tonalidades verdes y azules por la vegetación circundante. El plus de esta playa es el Mirador del Toro, un risco al que se llega caminando por un sendero abierto a través de la selva. La travesía puede resultar agobiante, pero la recompensa es grande, pues las vistas desde ese lugar son realmente impresionantes.
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