Es sabido que las leyes de la física no aplican en la política y es que, tanto se esmeraron los reaccionarios en atacar al gobierno de López Obrador, que finalmente lograron que la cuarta transformación cayera, pero cayó para arriba!
Y es que apenas hace unos días las calificadoras internacionales pusieron las acciones de Pemex como bonos basura y a México, con grado de inversión en riesgo.
En su desesperada lucha por el regreso al poder, partidos políticos y la prensa reaccionaria festinaron este “fracaso” de la cuarta transformación.
Pero los inversionistas internacionales no opinan lo mismo, ayer el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, anunció que México logró colocar bonos del gobierno federal por 6 mil millones de dólares, a una tasa de interés de 4.5% y en pagarés a un año y todavía diez bancos más enviaron cartas de aceptación para la compra de esos bonos, lo que deja ver que los inversionistas internacionales tienen confianza en la cuarta transformación y en sus proyectos de inversión más sonados: Tren Maya, refinería de Dos Bocas y Aeropuerto de Santa Lucía.
Si alguien piensa que construir una refinería cuando el petróleo se cotiza en menos de 10 dólares, esta equivocado, el mercado mundial se habrá de recuperar en el próximo año y, refinar gasolina será un muy buen negocio, más que vender petróleo crudo, para un país que paga en dólares dos terceras partes de la gasolina que consume y eso es a lo que le apuesta la cuarta transformación.
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