Dispuestos a convertirse en los hijos del pueblo, la aplanadora de Diputados de Morena a la vieja usanza de la aplanadora priista, aprobó su propia reelección hasta por cuatro ocasiones consecutivas por tres años, que hacen un total de doce años viviendo a costillas del dinero del pueblo. La medida además le cierra la puerta a otros aspirantes de su mismo partido a las diputaciones federales o senado de la República, para que puedan contender por esos puestos de elección popular, creando así, una clase política o Corte Real de legisladores que se auto designan candidatos, pero pagados con dinero del pueblo.
La visión narcisista en que descansa esta iniciativa, parte del supuesto de que nadie puede hacer mejor el trabajo en la cámara de diputados que ellos mismos, por lo que solo ellos merecen permanecer en el cargo hasta por doce años.
La iniciativa pasará ahora al Senado de la República, donde seguramente será aprobada por la aplanadora de Morena.
En lo que fue calificado como un madruguete por la oposición, porque la iniciativa fue presentada apenas 24 horas antes de su votación, fue aprobada con un mayoriteo de Morena.
Sin embargo el mensaje político que mandan los diputados de Morena es equivocado, pues deja ver que solo están interesados en sostenerse de manera unipersonal en el poder desde el poder, pues además podrían hacer campaña sin dejar sus cargos, y es que Noroña dijo que finalmente qué “el pueblo decidirá” en las elecciones si reelige a diputados y senadores, que es tanto como creerle a ese señor que no van a enjuagar los procesos electorales con tal de conservar el poder, y que es lo mismo que decía Porfirio Díaz que se reeligió cuantas veces quiso.
Y es que con ese mismo argumento se abre la puerta para la reelección de López Obrador, lo cual, como ya sentenció un amplio sector de la sociedad, sería lanzar una afrenta directa al pueblo de México.
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