La CEO del consorcio gasolinero asegura que en una empresa le negaron el puesto de directora general por no cumplir con un requisito: ser hombre.
Luz María Gutiérrez es la CEO de G500, uno de los mayores consorcios gasolineros en el país, pero hace algunos años le negaron la dirección general de otra empresa por no cubrir con un simple requisito: ser hombre. Hoy, con más de 30 años de experiencia en cargos de alta dirección, Luz María recuerda ese episodio de su vida con filosofía y asegura que el mayor reto para las mujeres es creer en sus capacidades. “En cada etapa de mi carrera profesional he tenido retos diferentes. Que no me hicieran directora general por ser mujer me queda claro que no fue por un tema de capacidad; simplemente no era el lugar indicado y me moví»
Siempre con una sonrisa, la directiva se dice una creyente de la libertad de decisión, de cómo se debe asumir riesgos y crear cada quien sus oportunidades. En su momento pudo quedarse donde estaba con un buen sueldo y bien posicionada, pero decidió hacer cosas nuevas en su carrera. “Cada trabajo que he tenido es como un hijo; lo quieres, lo formas, lo desarrollas y luego se va”.
Apoyada de esa analogía, Luz María Gutiérrez comentó que las mujeres como líderes tienen una vocación de servicio que ayuda en el trabajo en equipo. “Yo creo que soy el amortiguador porque ahorita soy la cabeza y creo que las mujeres tenemos vocación de servicio, porque somos madres y esto se nota en la forma en que nos damos a los demás y eso en cualquier organización se nota”, destacó.
Sobre cuál podría ser una característica del liderazgo femenino, dijo que es muy participativo e incluyente. Añadió que escuchan más fácil y tienden a adaptarse a los equipos de trabajo, además de ayudar a otras mujeres a abrir camino. Además, comentó que algo que las mujeres se toman muy en serio es entregar resultados, destacar, porque la responsabilidad es más grande, «como mujer nunca parecer demostrar, siempre estás como en evaluación, yo tengo 30 años trabajando y siempre es así».
Sin embargo, añadió que otra parte del liderazgo femenino que se nota en las organizaciones tiene que ver con la parte de la conciliación que ejercen las mujeres, y la forma en que se vuelven tutores para las personas dentro del equipo. «Te gusta ver crecer a la gente por ese gen maternal y de servicio de vamos a volar juntas en el buen sentido de la palabra» señaló, entre risas.
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