Qué no hace un padre de familia por sacar adelante a su familia de manera honesta?
Éste miércoles sucedió un accidente que conmocionó a Bahía de Banderas, se incendió una casa en La Misión y dos niños resultaron con quemaduras graves.
Más allá de buscar culpas, éste accidente es solo la punta de un iceberg: Bahía de Banderas enfrenta muchos problemas sociales que lo pueden llevar a una crisis social.
En Ciudad Juárez cuando llegaron las maquiladoras, los padres y las madres salían a trabajar mientras los hijos se quedaban solos en casa. El resultado: generaciones de jóvenes que crecieron en familias desarticuladas, con conductas anti sociales y violentas en una ciudad que se convertía en una de las más peligrosas del país.
Acapulco es otro mal ejemplo de lo que puede sucederle a un destino turístico, como lo es hoy Bahía de Banderas.
Altos índices de violencia, desempleo, pobreza, en un desarrollo turístico internacional rodeado de un impresionante cinturón de miseria, donde viven un millón de habitantes sin alternativas para una vida mejor.
Bahía de Banderas está en un momento crucial en el que puede evitar su “Acapulquización”.
El desarrollo turístico ha traído a Bahía, la llegada de fraccionamientos que han representado más un problema, que una solución al crecimiento urbano.
Con calles desechables, casas abandonadas o invadidas, con falta de aulas y escuelas, robo a casa habitación, violencia familiar, abandonó de adultos mayores y padres de familia ausentes por su trabajo, hacen una mezcla socialmente explosiva.
El Gobierno Municipal ya no puede limitarse a lo que le ordena la constitución, debe ampliar sus acciones para atender estos problemas sociales.
No es suficiente dotar de agua potable, drenaje, tratamiento de aguas residuales, recolección de basura, alumbrado público y seguridad a la población, hace falta dar apoyo a las familias con una ampliación de las funciones municipales, con instituciones como estancias infantiles, hogar para adulto mayor en los casos de adultos y personas con problemas psiquiátricos, hasta la participación de la sociedad en el cuidado de animales de compañía.
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