Dicen que “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, sin embargo, para algunos esta frase no significa absolutamente nada y uno de ellos es el líder estatal del Partido Revolucionario Institucional… O lo que queda de él.
Recién tomaron protesta en Bahía de Banderas la maestra Olga Sandoval como presidenta del Tricolor y a su lado el ex regidor Víctor Salvatierra como Secretario, en un evento por demás austero y desangelado.
No se observó la algarabía de los grupos al interior ni actores políticos contemporáneos. Por el contrario, vimos un PRI, destrozado, insípido, desesperado por la salida del voraz y avaro Enrique Díaz.
De los pocos que acudieron a la toma de protesta pudimos dar cuenta de un ex regidor suplente de un ex perredista, Carlos Elizondo, quien fue también ex candidato a la presidencia municipal por el PAN. Elizondo muy sonriente acudió a la toma de protesta en el PRI al lado Fernando Elizondo, un priísta de hueso colorado.
Las renuncias del Comité Directivo Municipal pasado, como lo fueron en su momento la del magnate del transporte Raúl De los Santos y la arquitecta y restaurantera Citlalli Huerta, obedecieron a que no comulgan con la forma de “dirigir” su partido y en su momento lo manifestaron abiertamente en sus redes sociales así como al propio dirigente estatal, Enrique Díaz.
Hoy Enrique Díaz, cosecha un PRI enclenque, raquítico, decadente…. Decrépito, convaleciente y tal parece que el único que no se da cuenta es él. Digan que lo escribió un loco pero se avizora una plurinominal para él….
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