*Ciudadanos denuncian que una camioneta negra con gente armada, anda levantando personas
*Resultó peor el remedio que la enfermedad; el encargado del despacho de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito es señalado por sus propios policías como un ladrón
De manera anónima ciudadanos denuncian que una camioneta de la marca Chevrolet polarizada y sin placas, que en ocasiones se hace acompañar de otra en color gris, andan por las calles de Bahía de Banderas levantando personas, las revisan y les quitan su dinero para luego dejarlas en otro lado.
Resulta ser que dicha unidad de la marca Chevrolet y de modelo reciente, pertenece a la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, misma que es tripulada por el flamante nuevo encargado de dicha dirección, el capitán Vicente Martínez Castro, quien ya es es señalado por sus propios policías de recoger la compensación que de manera voluntaria varias empresas le daban a los agentes, suma que da un total cercano a los 30 mil pesos. Este dinero, a decir de algunos policías, lo entregaba una constructora (ARA), un restauran en Mezcales y una criba de El Porvenir y se repartía entre ocho policías, ahora solo una persona se queda con esto: el flamante militar «Chente».
Denuncias ciudadanas no se hicieron esperar y desde Valle Dorado, en la colonia Javier Ovando en Bucerias así como en Higuera Blanca, dichas señalamientos han venido a más. Las camionetas arriba mencionadas circulan por las calle, detienen a los peatones en las noches revisarlos, subirlos para luego dejarlos en otro lado sin dinero, al viejo estilo de la Policia Judicial de los tiempos del ex gobernador Rigoberto Ochoa Zaragoza, todo esto bajo el cobijo de la noche y con dos camionetas que no tienen logotipos e incluso una de ellas sin placas.
Cabe señalar que luego de varios días, se informó a Noticias DLB, que los vehículos pertenecen a la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito, sin embargo no traen logotipos ni uniforme los hombres que la tripulan, lo que hace que se crea que son sicarios. Es más el terror y temor que siembran en la calle por ser robados por la propia policía que cualquier otra cosa.
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