Los gobiernos de México y El Salvador iniciaron ayer jueves, formalmente, un plan de ayuda dirigido a contener el flujo de migrantes hacia Estados Unidos, una iniciativa a la que posteriormente se sumarán Guatemala y Honduras.
En una ceremonia realizada en la fronteriza ciudad mexicana de Tapachula, en el estado de Chiapas (sureste), el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, pusieron en marcha el «Plan de Desarrollo Integral», que cuenta con el respaldo de la administración estadounidense.
«No es nada más el uso de la fuerza, no es sólo medidas coercitivas el cerrar fronteras, sino entender el problema de fondo y buscar soluciones a esos problemas; lo que origina el fenómeno migratorio e ir a las causas», dijo López Obrador en un discurso.
En su intervención, el canciller de México, Marcelo Ebrard, explicó que la iniciativa «marca una ruta distinta» y «nunca antes vista» para enfrentar el fenómeno migratorio.
La estrategia, que contó con la asesoría de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, contempla recursos iniciales por más de 100 millones de dólares, de los cuales más de 30 millones se destinarán sólo a El Salvador, indicó Ebrard.
Por su parte, el mandatario salvadoreño consideró que el plan de desarrollo será un «detonante» para todas las zonas involucradas, porque no sólo beneficia a las personas, sino que atraerá la atención para el impulso de otras estrategias económicas.
«Con esto se inicia una cadenita, un dominó, y una vez que empieza el momento, entonces empieza el desarrollo», declaró Bukele.
La primera fase del plan se enfoca en «Sembrando vida», una estrategia que busca otorgar empleos en el sector agropecuario y que ya operaba en algunos estados mexicanos con 200.000 hectáreas.
A dicho programa se agregarán otras 200.000 hectáreas y 80.000 empleos en México, y 50.000 hectáreas y 20.000 empleos en El Salvador para la siembra de cultivos como el maíz y el café, y de árboles maderables como el cedro y la caoba.
Estados Unidos se comprometió a respaldar el plan y liderar junto a México las acciones necesarias para llevarlo a cabo, según la declaración conjunta de ambos países emitida el 7 de junio tras llegar a un acuerdo sobre la migración procedente de Centroamérica.
Con información de Debate
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