Lo que has logrado el día de ayer es admirable, es de equipo grande, es de aplaudir ya que desarrollas mejor que nadie y en todo su esplendor lo que se le denomina juego de conjunto.
Pero la remontada de ayer en Anfield ante 45 246 aficionados que acudieron como siempre con la ilusión y la convicción que podían hacerlo juntos, no debería de sorprender a nadie, ya que no es la primera vez que te vez abajo en el marcador, y vienes de atrás para lograr la voltereta.
Habría que recordar aquella final de Champions, contra el Milán en la cual te viste superado los primeros 45min, pero como siempre tu grandeza, tu garra en cada pelota disputada y tu gran afición, hacen todo posible.
Te llevaste la orejona en una mágica final, lo tuyo no es como lo de otros equipos que tienen y parecen necesitar un referente como Messi, Cristiano, Neymar etc.. ¡NO!, tu eres tan grande que no necesitaste ayer a Salah ó Firminho, para afrontar el juego y darle la vuelta, ni Jürgen Klopp, ni Gerard , ni Milan Baros ni el que se mencione son indispensables para los éxitos del cuadro rojo. Solo es cuestión de que su afición empuje y ellos muestren un compromiso y apoyo al compañero, donde todos meten y todos corren.
Gracias Liverpool, eres un Club Gigante de Europa, te mereces siempre lo que sudas en cada jugada.
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