En la corta historia de Bahía de Banderas nunca hubo un gobierno tan corrupto y plagado de ineptos como el actual, al que (¡¡gracias a Dios!!) sólo le queda un día de vida. El Ratón Pelón, oriundo de Michoacán, se quiso pasar de vivo y trató de engañar a todos, pretendiendo ser considerado «el mejor alcalde que ha tenido el municipio», pero en lugar de eso ya está calificado como el peor, como el más corrupto, superando con mucho al de su propio cuñado, el Rata de San José del Valle, también de triste memoria.
En efecto, mientras la mañana del lunes pasado el Ratón Pelón era entrevistado por unos colegas en Facebook y él solito se echaba confetti y hablaba de maravillas inexistentes de su pobre administración, en otra parte de la región el presidente de la Asociación de Empresarios de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, el doctor Jorge Villanueva, declaraba al reportero del diario «Vallarta Opina» que el de José Gómez Pérez había sido un gobierno corrupto, cuyos funcionarios extorsionaban de manera descarada e impune, y explicaba cómo operaban esos bandidos «de cuello blanco».
«El gran problema de la administración que termina es la corrupción», le dijo el líder empresarial al reportero vallartense. Señaló que los directores del gobierno del Ratón Pelón complicaron la tramitología, la volvieron difícil, espesa, engorrosa, por lo que los empresarios e inversionistas se vieron obligados a contratar abogados para lograr los permisos y licencias que necesitaban. Otros de plano no invirtieron. «Esto no se había visto nunca», recalcó tajante.
El dirigente de los empresarios comentó que el gobierno de José Gómez Pérez creó un sistema excesivamente burocrático, que constituyó un verdadero muro, un dique, para el flujo de inversiones. «El empresario pequeño, el mediano y el grande se vieron imposibilitados de continuar sus trámites, y prácticamente fueron obligados a agarrar abogado como gestor, para que salieran sus trámites», indicó.
Y eso propició la corrupción en el gobierno de José Gómez. «Si la quieres expedita, échale al cajón», les decían en Desarrollo Urbano y Ecología, en Obras Públicas, en Tesorería, en Oromapas… «Echarle al cajón» significaba dar mordida, dar moche, y no eran diez pesos, eran decenas de miles, centenas de miles y millones de pesos, según de lo que tratara. Todo lo podían autorizar, aunque fuera ilegal, si el inversionista «le echaba al cajón», le daba mordida o moche al corrupto funcionario, seguramente por órdenes de José Gómez.
«Por esa razón muchas nuevas inversiones mejor se fueron a Puerto Vallarta» expresó Jorge Villanueva.
«Yo mismo he tenido que sufrir un auténtico viacrucis por la tramitología, por ejemplo, para hacer las contrataciones de agua potable y alcantarillado. Es muy diferente lo que cuesta en Oromapas (de Bahía de Banderas) a lo que cuesta en Seapal (de Puerto Vallarta). Cuando hicimos el contrato nos querían cobrar un 700 por ciento más».
«Para cualquier trámite teníamos que contratar un abogado. (El gobierno de José Gómez) obligaba al inversionista grande o pequeño a contratar un abogado. Para permisos de letreros, para la licencia municipal, se tenía que contratar un abogado, para que fuera a gestionar esos permisos. Eso es un absurdo. Por eso estamos muy contentos, porque esto ya se acaba. Pensábamos que la gestión anterior (la de Rata Cervantes) había dejado muchos qué desear, pero José Gómez rebasó todas las expectativas», afirmó el empresario.
Para terminar, el empresario manifestó su alegría por la llegada de Jaime Cuevas Tello a la alcaldía, porque con él ya han podido dialogar, porque los ha recibido cuantas veces se lo han pedido y porque ha incorporado a su plan de desarrollo y programas de trabajo todas las propuestas de los empresarios. «Con el doctor Jaime Cuevas sí se puede dialogar y llegar a buenos acuerdos; con José Gómez nunca pudimos porque ni siquiera nos recibió», concluyó.
Y así como este líder empresarial se expresó del alcalde saliente, igual lo hacen miles de bahiabanderenses de todos los estratos sociales en sus respectivos ámbitos. Los comerciantes denunciaron constantemente el permanente acoso que sufrieron por parte de los fiscales; los colonos de diversos fraccionamientos se quejaron del despojo de áreas verdes y del abandono de los servicios públicos como la recolección de basura, alumbrado, mantenimiento de vialidades y seguridad pública; los jóvenes reprochan que nunca fueron atendidos ni escuchados; las mujeres fueron ninguneadas; los propios trabajadores sindicalizados fueron despojados de sus derechos y prestaciones; los deportistas no encontraron ningún apoyo; los campesinos nunca fueron atendidos; los pescadores no existieron para el ratón Gómez; los de la tercera edad fueron olvidados…
No es un invento del diario NOTICIAS DE LA BAHÍA, es la opinión popular aplastantemente mayoritaria: el Ratón Pelón de Michoacán se ganó a pulso el primer lugar en corrupción, extorsiones, mediocridad e ineptitud, en suma, hasta ahora ha sido el PEOR ALCALDE DE LA HISTORIA.
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