En Bahía de Banderas, el tablero político luce silencioso, casi inmóvil. Y no porque falten aspirantes, sino porque el gobierno actual, encabezado por Héctor Santana García, ha impuesto un ritmo y una vara tan alta que pocos —si acaso alguno— se atreverán a intentar alcanzarla. Obras públicas por doquier, una administración con números claros, recaudación en aumento y una percepción de confianza que se nota en la gente.
¿Dónde está la oposición? ¿Existe algún contrapeso real o todo ha quedado reducido a voces dispersas sin eco ciudadano? El panorama político luce tan marcado hacia el oficialismo que pareciera que cualquier intento de competencia necesitará más que discursos: hechos, resultados y credibilidad, algo que hoy solo el gobierno municipal puede presumir.
¿Habrá dentro del propio equipo de Héctor Santana alguna figura que se atreva a dar el paso? ¿Algún diputado local con la sensibilidad, el trabajo y la constancia para conectar con el pueblo? Aunque es pronto para el relevo político en Bahía de Banderas, los pobladores no se permitirán improvisaciones. Y si la alianza que se construya —ya sea política o social— no tiene raíces en la gente, el resultado en una reelección será evidente y Morena se impondrá, no por inercia, sino por mérito, aún si Héctor Santana se va como candidato a la gubernatura.
Este contenido esta protegido por los derechos de autor y de propiedad intelectual. Se prohibe la copia, transmisión o redistribución del mismo sin autorización por escrito de Noticias DLB. Todos los derechos reservados copyright 2025.
Comentarios