Tuvieron que pasar meses de abandono para que finalmente el Gobierno de Nayarit reaccionara ante la grave situación del Hospital de San Pancho. Este fin de semana, el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero encabezó una reunión de emergencia con autoridades de IMSS-Bienestar y representantes estatales y municipales, buscando remediar el deterioro y abandono del servicio médico.
Las medidas acordadas son apenas el primer paso para empezar a saldar la deuda con los pacientes:
• Se sumarán dos ambulancias a las ya existentes para mejorar los traslados de emergencia.
• Se gestionará de inmediato el suministro de medicamentos e insumos, cuyo desabasto ha puesto en riesgo a cientos de usuarios.
• Se atenderán los daños eléctricos que han dejado inoperativos quirófanos y áreas vitales del hospital.
• El Comité de Salud para el Bienestar sesionará para evaluar y supervisar los avances, bajo presión ciudadana.
“El acceso a la salud no puede seguir siendo una promesa vacía”, afirmó el mandatario, asegurando que su administración trabajará “hasta el último minuto” para garantizar el derecho a la atención médica.
Hoy más que nunca, las familias de Bahía de Banderas exigen resultados visibles. El rescate del Hospital de San Pancho no puede ser solo un compromiso de escritorio: la vida de los nayaritas está en juego.
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