Con el peso de las palabras y las acciones Gobierno de Nayarit recupera casi 6 mil millones de pesos en terrenos en Bahía de Banderas.
La valentía de las palabras dichas con convicción no es un acto de retórica; es una declaración de guerra contra la corrupción y los intereses oscuros que buscan mantener a Nayarit en el rezago. Así lo dejó claro Miguel Ángel Navarro Quintero, gobernador de Nayarit, al asegurar que su administración no cederá en el esfuerzo por recuperar lo que por derecho pertenece a los nayaritas, ni siquiera frente a las amenazas o los intentos de intimidación.
“No daré marcha atrás, ni aunque me maten”, afirmó categórico el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, en su más reciente encuentro con los medios de comunicación, después de una amplia exposición del asesor jurídico del Gobierno el Maestro Gabriel Camarena, en donde prácticamente les dijo mentirosos a quienes señalan, que con el operativo Nuevo Nayarit, en Bahía de Banderas, están despojando a particulares de terrenos y bienes inmuebles. Además de defender a sus colaboradores, incluyendo a quienes invitó de fuera del Estado a incorporarse a la administración, acusó de “sicarios de los medios y de las redes” a quienes, a través de la especulación dolosa, hacen señalamientos infundados, para luego exigir prebendas económicas para dejar de “tirar”. Con 530 terrenos y más de 52 mil hectáreas recuperadas —un patrimonio valuado en cerca de seis mil millones de pesos—, el operativo Nuevo Nayarit es una respuesta contundente a décadas de saqueo institucionalizado. Este esfuerzo no solo devuelve al Estado bienes que estaban bajo el control de unos pocos, sino que marca un antes y un después en la administración pública nayarita, demostrando que es posible actuar con ética y profesionalismo. Por supuesto, las acciones de este tipo incomodan. Los ataques de lo que el gobernador denominó «sicarios de los medios y las redes», personajes que lucran con la desinformación para luego exigir beneficios económicos, son una muestra clara de cómo operan los intereses que temen perder sus privilegios. Pero también reflejan el tamaño del desafío y la necesidad de cerrar filas en torno a un proyecto de gobierno que ha asumido como prioridad servir al pueblo y no a unos cuantos. Que no haya duda: las voces críticas que se alzan desde la especulación dolosa no representan los intereses de Nayarit. Las cifras y los resultados son contundentes. Este es un gobierno que no solo habla, sino que actúa con firmeza.
El reto ahora será traducir estos recursos recuperados en obras y acciones que beneficien directamente a la sociedad, demostrando que, en efecto, el bienestar colectivo está por encima de cualquier interés particular. Porque en esta lucha, no solo se trata de terrenos y dinero; se trata de dignidad, de justicia, y de un nuevo rumbo para el Estado. El gobernador lo dijo fuerte y claro: “No daré marcha atrás, ni aunque me maten”. Que estas palabras sean el eco de un gobierno que no teme enfrentarse a los enemigos del progreso, porque sabe que la historia juzgará sus acciones, y no las voces de quienes nunca entendieron el significado de servir al pueblo.
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