• A pesar del llamado de las autoridades a la regularización y el establecimiento de una “Ventanilla Única”, de los 30 mil comercios de todos tamaños y giros, únicamente 2 mil han acudido a poner en regla sus negocios
El Reglamento para Establecimientos Mercantiles, Comerciantes, Tianguis y Prestadores de Servicio Turístico en el Municipio de Bahía de Banderas, tiene la finalidad de reglamentar el funcionamiento de los giros comerciales, señalando bases para su operatividad, procurando la consecución de los fines de la organización urbana, en donde claramente estipula la categoría de “Comerciante” a la persona física o jurídica y las unidades económicas sin personalidad jurídica propia, que realicen actos de comercio temporal o permanente dentro del municipio.
Este ordenamiento define igualmente al “Comercio”, como cualquier actividad económica, de tráfico de mercancías, productos o servicios “con o sin fines de lucro”, independientemente de la naturaleza de las personas que lo realicen y de que su práctica se haga de manera permanente o eventual, además de equiparar a giros comerciales los de prestación de servicios.
Este Reglamento, que es de carácter obligatorio, también es imperativamente categórico indicando que toda persona física, jurídica o unidades económicas sin personalidad jurídica propia que pretenda realizar actividades comerciales, industriales o de prestación de servicios en el Municipio, previo al inicio de actividades deberán obtener su inscripción en los padrones del Ayuntamiento, así como la licencia o permiso correspondientes que expedirá el Ayuntamiento.
En Bahía de Banderas hay más de 30 mil comercios, pero a pesar de que desde el primer mes del gobierno del Presidente Héctor Santana García, estableció una “Ventanilla Única”, para agilizar los trámites de licencias, permisos, aprovechamientos y autorizaciones, lo que en el pasado era un “viacrucis burocrático”, que dio pie a la corrupción de los “fiscales” de Padrón y Licencias, una de las dependencias con mayor índice de quejas, por el permanente acoso a los comerciantes, ya que debido a lo complicado de los trámites, implicaba el que mejor entregaban una cantidad a estos “fiscales” para que “los dejaran trabajar”, que representaba un jugoso negocio a una cadena de desleales funcionarios públicos.
Hoy con “la Ventanilla Única” ya no existe esta “línea de corrupción” en Bahía de Banderas, incluso el propio alcalde ha señalado que la ciudadanía denuncie si algún servidor público pide “moches”, “para correrlo”, destacando que ya lleva varios “frijoles negros” destituidos; pero a pesar del llamado de las autoridades, desde que inició este programa de regularización, de los 30 mil comercios de todos tamaños y giros, únicamente 2 mil han acudido a poner en regla sus negocios, lo que evidencia la falta de cultura en el respeto a los reglamentos municipales, de la inmensa mayoría de comerciantes, ya que incluso en las revisiones se han detectado falsificaciones de firmas y documentos, lo que es motivo de sanción con consecuencias legales.
El Presiente Héctor Santana anunció incentivos y apoyo a quienes acudan a regularizarse; recientemente se entregaron 2 mil nuevas licencias en un acto público a los comerciantes responsables, pero aún hay 28 mil que se resisten al cambio. Si queremos un municipio moderno, en donde todos debemos pagar impuestos, derechos y aprovechamientos, si se aspira a que el gobierno cumpla con los servicios, obras públicas y la consecución del bienestar social, todos quienes hacen negocios, deben de regularizarse y pagar sus licencias de funcionamiento, “chiquitos, medianos y grandes”. Va.
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