En Sayulita, Nayarit, la situación con los desarrollos inmobiliarios se torna cada vez más crítico. Desde hace unas semanas se ha generando un fuerte movimiento ciudadano que busca frenar lo que consideran una agresión al entorno natural y al estilo de vida de la comunidad.
Hasta el momento, se han reunido cerca de 15 mil firmas, mostrando un rechazo contundente a la construcción desmedida de grandes condominios y edificios que, según los inconformes, violan los reglamentos y arruinan el entorno ecológico de este destino turístico catalogado como Pueblo Mágico.
La iniciativa se basa en exigir a los tres niveles de gobierno una intervención inmediata y ha sido respaldada por diversos sectores, incluidos comerciantes locales, turistas habituales y pobladores que se han sumado a la.
El crecimiento inmobiliario, afirman, ha saturado la infraestructura existente, afectando la calidad de vida de los habitantes y generando preocupación entre los comerciantes, quienes dependen de la afluencia turística y temen que la pérdida del encanto natural del lugar disuada a los visitantes.
Los manifestantes centran sus acusaciones a grupos inmobiliarios, que replican cómo la extinta Emerald Coast, prácticas abusivas que generaron conflicto en otras localidades como San Pancho, al norte de Sayulita. Según fuentes locales, algunos personajes vinculados a estos desarrollos escaparon del país por presuntas actividades fraudulentas y ahora son buscados por el FBI en Estados Unidos.
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