Valle de Banderas, Nayarit – Integrantes del ejido de Valle de Banderas han denunciado públicamente al comisariado ejidal y a un grupo reducido de líderes conocidos como el “cártel ejidal”, por presuntas prácticas de abuso de poder y corrupción que afectan los derechos y recursos de la comunidad ejidal.
Según las acusaciones hechas por la planilla encabezada por Gerardo Aguirre y Darío González el comisariado, ejidal Francisco Cuevas y Primitivo García, han establecido un sistema de cobro arbitrario para expedir constancias ejidales, basando las tarifas en el 10% del valor total de la propiedad, lo cual incluye el supuesto valor de las construcciones. Esta práctica, según los quejosos, carece de fundamento legal y representa una carga económica injustificada para los compradores de tierras ejidales.
“Les están cobrando sumas exorbitantes sin ningún tipo de documentación que respalde estos gastos. El dinero entra, pero no sabemos a dónde va a parar ni en qué se utiliza”, expresó Gerardo Aguirre, ejidatario recientemente reconocido, en tono molesto.
Asimismo, señalaron que en la cuenta ejidal no existe claridad sobre el ingreso y egreso de los recursos, pues nunca se presentan reportes detallados de la administración financiera. Estas denuncias de falta de transparencia han levantado sospechas sobre el uso indebido de los fondos comunitarios, ya que, según las acusaciones, los líderes del comisariado han mostrado signos de enriquecimiento inexplicable.
“Mientras nosotros batallamos para sacar adelante nuestros terrenos, ellos están comprando vehículos nuevos y manteniendo una vida que no se justifica con su posición, de lujos. No es justo que el dinero del ejido se utilice para mantener a sus novias, amantes y carros nuevos; entraron con huaraches y van a salir con botas, fueron los señalamientos de otros ejidatarios.
Además de estas acusaciones, los denunciantes afirman que el comisariado ha intentado imponer una “planilla única” para las próximas elecciones internas, con el objetivo de perpetuar su control sobre el ejido y seguir con estas prácticas irregulares sin oposición. Esta maniobra ha generado molestia entre los miembros de la comunidad, quienes exigen una elección justa e incluyente que permita la participación de todos los ejidatarios y garantice un manejo transparente y democrático de los recursos.
“Necesitamos un cambio real. El ejido es de todos, no de unos cuantos que se enriquecen a costa de nosotros”, concluyó uno de los denunciantes, haciendo un llamado a la unidad y a la participación de todos los ejidatarios en las próximas elecciones para evitar que el “cártel ejidal” siga lucrando con el dinero del pueblo.
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