• Se requiere más que buenas intenciones, acciones concretas que garanticen la sustentabilidad y responsabilidad social que mencionaron en sus discursos
• Para que sea efectivo el compromiso de esa reunión, cada uno tiene que hacer la parte que le corresponde, unos a gobernar con transparencia en el marco de la rendición de cuentas y los otros a pagar sus impuestos reales en la medida de sus ingresos
• Ya veremos si realmente los capitalistas le “van a entrar” o solo les “cantan bonito a los Presidentes electos, para que “les rebajen” o condonen impuestos
Recientemente se reunieron los alcaldes electos de Puerto Vallarta, Luis Ernesto Munguía y Héctor Santana de Bahía de Banderas, encuentro que fue convocado según se dio a conocer, por el Consejo Coordinador Empresarial, pero más que un tema político o mediático, de frases ramplonas de sus redactores de boletines, de las buenas intenciones de colaboración en pro del crecimiento económico y solución de problemáticas, lo importante será que verdaderamente “ahora sí”, se pongan a trabajar coordinadamente en la tan anhelada “conurbación” en todos los órdenes del quehacer humano en la región, pero no sometiéndose a la voluntad y dependencia expresa de los capitalistas.
Y es que estos connotados empresarios que “los reunieron”, tienen intereses en ambos lados del río Ameca, pero ellos andan en lo suyo” con su filosofía de “ganar, ganar”, de asegurar sus negocios libres de marcos normativos y gravámenes municipales exageradamente burocratizados, que han dado pie al arraigado “moche” a los funcionarios públicos por firmar o autorizar esto y aquello; no son pocas las historias de expresidentes de ambos municipios, de camadas de exdirectores que al cabo de tres años salen “riquillos” después de un periodo, principalmente aquellos que han ocupado las áreas en donde ha estado el “business and business”, de Obras Públicas, de Desarrollo Urbano, ex Tesoreros, de Fiscalización, Padrón y Licencias, Tránsito, de los organismos operadores de agua potable, bueno hasta en Protección Civil han robado por firmar los “vistos buenos” para las empresas.
Cierto que los gobiernos de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas deben trabajar de manera conjunta con el sector empresarial, particularmente los grandes inversionistas, dueños de hoteles, hospitales, plazas comerciales, desarrollos condominales, restaurantes, centros nocturnos, gasolineras, etcétera, que aunque no son los que generan la mayor parte de los empleos, si son los que pagan montos más altos de los impuestos municipalizados, a través del predial, licencias y aprovechamientos, que son el grueso de lo que entra a las arcas públicas, que hacen que sean de los no más de 10 municipios autónomos del país, ya que esto les representa el 80 por ciento de sus ingresos y únicamente el 20 es subsidio de los gobiernos estatal y federal.
En este contexto, los empresarios por supuesto que están cansados del “moche” de gobernantes clasemedieros que llegan al poder y que nada más les ha faltado el pañuelo en la cara como los “bandidos” del viejo oeste, de ahí su interés en “juntar” a los alcaldes electos Luis Ernesto Munguía y Héctor Santana, bajo el discurso “por una cultura empresarial socialmente responsable”, además de que se les tienen grandes expectativas para cambiar esta “subcultura” de la clase política gobernante, de hacer negocios al amparo del poder, de ahí que después de muchos años, se pueda lograr esa coordinación entre los gobiernos de los dos municipios y el empresariado.
Pero hablando de compromisos “de trabajar de la mano” como les gusta mucho decir y se suscribió en esa reunión del Consejo Coordinador Empresarial, entre abrazos y fotografías, los conceptos importantes como lo es el “desarrollo sustentable” y la “responsabilidad social empresarial” manejado en los discursos, también son una asignatura pendiente de cumplir por parte de los capitalistas, así como lo es la erradicación total de “los moches” y la corrupción.
Así que para que sea efectivo el compromiso de esa reunión Santana-Munguía y empresarios, cada uno tiene que hacer la parte que le corresponde, unos a gobernar con transparencia en el marco de la rendición de cuentas y los otros a pagar sus impuestos reales en la medida de sus ingresos, ya que la única forma en que el gobierno de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, podrán tener recursos para cumplir con las ambiciosas promesas de campaña que hicieron los “presidentes electos”, es a través de una abultada recaudación, “sin regateos” que es a lo que “empresarios vivales” están acostumbrados, porque si había una histórica cultura del “moche” es porque ellos mismos la alimentaban al pagarlos.
Así que tanto Héctor Santana como Luis Munguía no deben escuchar el “canto de las sirenas” de estos empresarios, menos que los enamoren con atenciones en sus negocios, regalos y demás, si no que con las Leyes y normativas en la mano, tanto de Jalisco como de Nayarit, su principal relación con el empresariado deberá ser que “ya no les cobren moches”, pero que paguen lo que corresponde y marca la normativa en tanto a licencias, derechos, permisos y aprovechamientos, sin que pidan rebajas o condonaciones, erradicando la corrupción en los procedimientos administrativos.
Finalmente: el desarrollo sustentable es un proceso económico, social y ecológico, que busca la satisfacción de las necesidades de las personas, mejorando su calidad de vida sin afectar el entorno ecológico ni comprometer los recursos de las generaciones futuras, por lo tanto es necesario aplicar propuestas de sustentabilidad, las cuales abarcan varias áreas como lo son el “bienestar humano”, que se refiere a la salud, educación, vivienda, seguridad y protección a los derechos; el “bienestar ecológico”, que plantea la conservación y protección del aire, el agua y el suelo; las “interacciones”, que es la interrelación entre el bienestar humano y el ecológico, que repercuten en la población, equidad, distribución de la riqueza, desarrollo económico, producción y consumo y el “gobierno.
Todas estas áreas del desarrollo sustentable se reflejan en cuatro aspectos: sociales, económicos, ambientales e institucionales, con políticas públicas basadas en la equidad, imparcialidad, justicia social y en mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Así que el reto es grande para Héctor Santana y Luis Munguía, no todo es tomarse fotos con los empresarios y abrazarse, difundiendo frases románticas en sus boletines de prensa. Ya veremos si realmente los empresarios le “van a entrar” o solo les “cantan bonito a los Presidentes electos, para que “les rebajen” o condonen impuestos. Va.
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