- Mientras el sector primario no crezca, el turismo seguirá siendo un “espejismo”, que es cierto crea empleos, pero no es la solución a los problemas económicos
- El reto es muy grande para el Gobernador Miguel Ángel Navarro, es aquí en donde debe demostrar gran capacidad de gestión y su relación directa con el Presidente de la República Andrés Manuel López.
- Los nayaritas esperan buenos resultados, si no, no habrá diferencia con todos sus antecesores
Según las estadísticas, independientemente de los estragos que causó la pandemia a la economía nacional, en los últimos años, la mayor parte de ingresos al país proviene de la exportación de alimentos, principalmente a USA, por encima de las remesas, el turismo y lo proveniente del petróleo, de ahí los acuerdos de intercambio comercial con los norteamericanos y canadienses, pero también el gran interés de inversiones Ingleses, Chinos y Alemanes, para acceder a este mercado.
Pero una premisa económica, indica que una región nunca podrá ser desarrollada si la base de su crecimiento es el sector terciario, (que es el de los servicios), como el turismo, en donde además únicamente se benefician otros sectores como la construcción y el transporte, pero a base de un riguroso sistema de explotación de la clase trabajadora, que son los que crean la riqueza, ya que los capitalistas que los contratan, en su gran mayoría no les pagan los salarios reales que le corresponde, acumulando por este motivo una gran masa de capital, aparte no tienen seguridad social como debería de ser, ni estabilidad laboral, tal como lo marca la Ley Federal del Trabajo. Por eso regiones como Bahía de Banderas son el “paraíso de la inversión”.
La única alternativa para incentivar la reactivación económica de una región como Nayarit, es impulsando una verdadera inversión productiva del sector primario, (agricultura, pesca y ganadería en todas sus modalidades), con verdaderos créditos y subsidios a la producción, y no con medidas totalmente populistas y demagógicas, sin tantas trabas burocráticas, (ni buró, ya que casi todos los productores están en el boletinados), como se ha hecho con programas del pasado como el PROCAMPO o los »apoyos de proyectos productivos a fondo perdido», que sirven para todo menos para producir.
Es necesario también incentivar una cultura emprendedora a los productores agrícolas y ganaderos, que son legítimos dueños de la tierra, (como factor de producción), a través de la vinculación con las instituciones de educación superior y de investigación, para que los asesoren desde la integración de sus proyectos, hasta la actualización de su tecnología y la mejora genética de sus productos, así como una necesaria capacitación empresarial en el más elemental proceso administrativo y contable; esto ya se ha hecho en otros países y ha funcionado con éxito.
Como están las cosas actualmente, han sido los especuladores, coyotes y acaparadores, los que han hecho el negocio, comprando muy barata la producción agrícola y ganadera, revendiéndola, exportándola, pero también despojando de sus parcelas a los ejidatarios con rentas muy baratas o pagándoles sus terrenos de cultivo muy por abajo de su valor. Eso tiene que terminar y no hace falta más que la voluntad del Gobierno como ente regulador y de vinculación entre los productores y la demanda.
Hace dos siglos, Carlos Marx descubrió cómo funciona el capitalismo; sus fórmulas siguen teniendo plena vigencia, dado que hoy padecemos un “capitalismo salvaje”. Lo único cierto, es que el encadenamiento productivo de los tres sectores, primario, secundario y terciario, es lo que se requiere para reactivar la economía nayarita e insertarla en la dinámica de las exportaciones y el crecimiento.
Ante la falta de una planta productiva real, el comercio y los servicios, como el turismo, dependen de la importación de sus insumos para funcionar, lo que definitivamente encarece su producto, de ahí que en zonas turísticas son más costosos los bienes de consumo, las rentas y las casas habitación. Para Nayarit el turismo ya no debe de ser únicamente la prioridad, sino el impulso a la producción del sector primario.
Alentar una verdadera productividad en la agricultura, pesca y ganadería, daría el siguiente paso a su industrialización, (que es el sector secundario) este es el verdadero motor del crecimiento económico, eso sí, a partir del detonante que es el turismo, para que puedan realmente reactivarse los tres sectores de la economía, primario, el campo, secundario, la industria y terciario los servicios.
Un país o una región económica es desarrollada, hasta cuando produce y procesa por sí mismo la mayoría de los productos, bienes y servicios que se consumen, es cuando entonces “se reactiva la economía”, -no antes-, siendo su principal característica que se eleva el nivel de vida de la población, hay mayor recaudación fiscal, que es el dinero fresco que entra al gobierno, con los cuales pueden ofrecer más servicios y obra pública.
En esta óptica, la gente tiene más y mejores empleos, lo que redunda en recursos para satisfacer sus necesidades más elementales de comida, vestido, salud, vivienda digna y educación; mientras no sea así, está nada más en una fase de expansión, de crecimiento económico como paso previo al desarrollo pleno.
Igualmente se deben implementar acciones que detonen un verdadero encadenamiento productivo, en donde los mismos empresarios hoteleros, demanden los productos de la región, porque al haber producción agrícola, ganadera, pesquera y avícola, automáticamente habrá quienes inviertan en su procesamiento e industrialización, por lo tanto precios competitivos para que la denominada “industria sin chimeneas” compre todo lo que requiere para su consumo. Es un hecho que as empresas hoteleras y turísticas asentadas en Nayarit, no compran productos locales.
Cabe destacar que el proteccionismo y subsidio gubernamental al sector primario lo ha dañado, no fue efectivo puesto que al no tener competencia, desalentó la competitividad empresarial, el productor común ha carecido de insumos de calidad y financiamiento, lo que ocasionó una estructura productiva arcaica, no especializada, con evidentes rezagos tecnológicos y actitudes monopólicas, la calidad de los bienes no corresponden al precio, por lo tanto ha sido imposible colocarlos en el mercado internacional y en el nacional es caro, por eso los empresarios del turismo no los compran.
Mientras el sector primario no crezca, el turismo seguirá siendo un “espejismo”, que es cierto crea empleos, pero no es la solución a los problemas económicos, que ha provocado por años estancamiento, que desemboca automáticamente en escasez y alza de precios, y que es lo que estamos viviendo, cada mes todo es más caro en Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, más durante el último año y medio, por los efectos negativos de la pandemia que arrojó pérdida de empleos.
El tiempo se puede recuperar impulsando el sector primario para producir lo que el turismo y los conglomerados humanos consumen, esa sería la solución y lo que necesita Nayarit. Esta es una tarea para el nuevo Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, quien en su una reciente conferencia de prensa, hizo un diagnóstico pormenorizado en este sentido, que incluía continuar la construcción del canal del Centenario, precisamente para favorecer al sector primario, aunque requiere urgentemente recursos frescos de la federación, para solucionar los problemas inmediatos del sector educativo, de la UAN, así como los servicios de salud.
Así que el reto para el mandatario estatal es muy grande y es aquí en donde debe demostrar esa gran capacidad de gestión y relación directa con el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, con quien recientemente anunció que se reunió. Los nayaritas esperan buenos resultados, si no, no habrá diferencia con todos sus antecesores. Va.
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