• Terrorismo telefónico en el cobro de créditos en tiempos de pandemia
Estamos en plena contingencia sanitaria y las autoridades han hecho lo que pueden para evitar la expansión de los contagios, con todo y los esfuerzos para contener la pandemia la estadística aumenta en todo el país, Nayarit no es la excepción; entre muchas cosas se ha pedido a los ciudadanos se mantengan en casa, ha sido todo un sacrificio económico, social y psicológico ante el confinamiento, la respuesta de las familias no ha sido la satisfactoria, la constante es porque la mayoría de la gente vive al día, tiene forzosamente que salir a buscar el sustento, aquí el gran dilema de si cumplir o no con el “Quédate en Casa”.
Pero con todo y esto, las tiendas comerciales de abonos, en su mayoría no están siendo solidarios con sus clientes, principalmente las que nos venden a los «clasemedieros», estos dueños capitalistas, a través de sus organismos empresariales, piden al gobierno incentivos fiscales y prórrogas en el pago de sus obligaciones, pero en contra parte, no están dando facilidades ni rebaja de «intereses», ya que está sucediendo todo lo contrario, se está presentando un permanente terrorismo telefónico en el cobro de estos créditos.
Estas empresas están cargando interés sobre interés por los retrasos en los pagos, la cartera vencida ya es mayúscula, es un «pillaje» total, descomunal y hasta inmoral en estos momentos de contingencia, pero lo peor de todo es que es legal; son muy pocas empresas las que están otorgando facilidades, pero sin perdonar los intereses o son mínimas las rebajas. «YA ES HORA, QUE LOS LEGISLADORES FEDERALES LOS PONGAN EN SU LUGAR, CON LA LEY EN LA MANO», igual a los banqueros con las tarjetas de crédito.
Esta es una situación que no estaba contemplada, no hay ingresos en las familias, los trabajadores han perdido sus empleos; pregunto: jurídicamente qué procederá en defensa de los consumidores que tienen créditos con las tiendas comerciales, con los bancos, agencias de autos y demás, ya que están totalmente indefensos ante esta terrible realidad, o pagan créditos o comen; este es un fenómeno atípico en la economía que no está definido en los contratos. Indiscutiblemente que el Estado lo tiene que solucionar. Va.
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