Luego de un año de ausencia al frente de la Dirección de Seguridad Pública de Bahía de Banderas, Ricardo Guerra ha retomado su trabajo al frente de la dependencia.
No es la misma institución que dejó la que hoy ha recibido, hay patrullas descompuestas, los radios andaban por todos lados, no había control en las oficinas de la Dirección ni en los separos municipales y, la disciplina en los elementos estaba un tanto relajada, se podían encontrar desde tortas y alimentos en los escritorios, agentes que descuidaban sus guardias hasta, oficiales que contestaban “ya le informe al presidente”, acostumbrados a saltarse la línea de mando y la jerarquía.
Ahora hay un protocolo para entrar a las áreas administrativas, hay guardia permanente en la cabina que recibe los llamados ciudadanos como en las cámaras de vigilancia.
También se estableció que el todo el personal en la calle estará siempre armado para hacer frente a cualquier emergencia.
Hay nuevos puestos de vigilancia que incluyen a Aguamilpa, San José Del Valle y Bucerías.
Sin embargo, Ricardo Guerra tiene una cualidad sobre quienes estuvieron al mando de la Dirección en estos meses. Nacido en San Juan de Abajo, ha hecho carrera en el área de seguridad en el servicio público y, a donde llega en Bahía de Banderas lo saludan, en la sierra, en el valle o en la costa.
Una ventaja que le ha servido de mucho en su trabajo, pues conoce a la gente, los caminos y brechas del municipio, es decir, cualquiera puede instrumentar estrategias para organizar la Dirección, pero el conocimiento del terreno, así como, el reconocimiento de los elementos y de la sociedad, son indispensables, para ganarse la confianza de los ciudadanos en el tema de la seguridad pública y eso es algo con que cuenta Ricardo Guerra.
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