En 8 meses han invertido poco más de 80 millones de pesos en 30 acciones de obra pública en Bahía de Banderas
Se pagaron 170 millones de deuda heredada y 40 de rezagos al SAT de anteriores administraciones
La administración es una ciencia con carácter universal, que trata sobre la coordinación de esfuerzos con los individuos dentro de un organismo social, público o privado, así como del aprovechamiento de recursos técnicos y materiales para realizar su misión, con la máxima eficiencia y eficacia. Es universal porque sus postulados teóricos aplican por igual a empresas, instituciones, el gobierno, partidos políticos, iglesias, equipos deportivos, etcétera, en todos los países del mundo.
Eficiencia y eficacia no son lo mismo, pero son inherentes a una buena administración, quienes implementan ésta visión casi como una filosofía de trabajo, sin duda tendrán mejores resultados, principalmente en la esfera del gobierno en sus tres niveles y tres poderes, en donde los recursos son escasos y las necesidades crecientes, por lo que se tiene que decidir en dónde invertir lo disponible, que es también el punto de partida de la economía.
La eficiencia consiste en obtener los mayores resultados con la mínima inversión; se define como “hacer bien las cosas”, es decir, no desperdiciar los recursos; como las organizaciones tienen recursos escasos, de personas, dinero y equipo, se deben preocupar por aprovecharlos “eficientemente”, no derrocharlos, lo que ha sido una constante particularmente en la administración pública.
La eficacia es complementar las actividades, para conseguir las metas de la organización, se define como “hacer las cosas correctas”, es decir, las actividades de trabajo con las que la organización alcanza sus objetivos planeados.
Hacemos esta puntualización teórica de la administración, para que, sin lisonja, enmarcar el trabajo en lo que va de los primeros diez meses de gestión del Presidente Jaime Cuevas Tello, quien consideramos está plenamente apegado a estos postulados de la ciencia administrativa, pero además rodeado de un equipo de funcionarios con igual compromiso de productividad, que han coadyuvado a llevar a buen término los objetivos que se han planteado en el Plan Municipal de Desarrollo.
Es así, como en estos primeros meses de gobierno, se han invertido poco más de 80 millones de pesos en 30 acciones de obra pública en Bahía de Banderas, calles pavimentadas, banquetas, introducción de redes de agua y alcantarillados, rehabilitación de espacios públicos y luminarias, esto sin contar otro tanto de millones destinados al desarrollo social a través de los programas del DIF Municipal, lo que eleva esta cifra que mencionamos, que se refiere particularmente a la obra pública.
Desafortunadamente, el Presidente Jaime Cuevas Tello, recibió una administración totalmente destrozada, quebrada, sin recursos, además de una gran deuda pública heredada, principalmente la última del priísta José Gómez que le entregó el poder municipal, que con cuñas jurídicas únicamente aplazó sus compromisos financieros, para dejar irresponsablemente a su sucesor una “papa caliente”, pero que con un alto compromiso social la presente administración ha logrado subsanar.
En estos primeros meses, el Presidente Municipal y su equipo financiero encabezado por el Tesorero Carlos Virgen Fletes, con drásticas medidas de austeridad, de reingeniería, de reordenamiento del gasto, con gestión de recursos extraordinarios y un buen trabajo en la recaudación, han logrado pagar 170 millones de deuda pública y 40 millones de rezagos al SAT, un total de 210 millones, que repetimos son recursos adeudados por anteriores alcaldes, que no hicieron nada para amortizar la deuda.
A pesar de esos 210 millones destinados a deuda pública heredada, ha sido un gran logro esos 80 millones de obra pública, que se nota en las diferentes delegaciones, en donde se observan las máquinas y los obreros trabajando; un buen gobernante no debe valorarse cuando tiene recursos, sino cuando no los tiene, o que si los tiene los destina a la deuda pública institucional, pero a pesar de ello invierte en obras y paga a tiempo los salarios de sus empleados, precisamente como el médico Jaime Cuevas, sin duda alguna esto debe reconocerse, por propios, extraños y adversarios.
La optimización de los recursos de la recaudación fiscal, el reordenamiento y reasignación del gasto público, la gestión de recursos adicionales, la productividad institucional, así como las medidas de austeridad, le han funcionado a la presente administración que encabeza Jaime Cuevas Tello, que se ha destacado por su eficiencia, que concierne a los medios para hacer las cosas, así como a la eficacia tiene que ver con los fines, con la consecución de las metas que se han planteado.
Una mala administración, es resultado de la ineficacia y la ineficiencia, o de que la eficacia no se consigue mediante la eficiencia, pero indiscutiblemente no es el caso del alcalde Jaime Cuevas Tello y su Tesorero Carlos Virgen, que con estos logros, ya son como decimos en la academia un “caso de estudio” para los alumnos de administración y contaduría. Va.
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