Con la designación del empresario transportista Raúl de los Santos Palomera, el barco del PRI de Bahía de Banderas se hunde más, ya que, aunque es un político de corte tradicional, definitivamente que tiene una tarea muy difícil, porque no hace sumatoria del resto de los grupos, que no esperaban esta imposición, ya que es una figura desgastada, que no reúne ni siquiera a la totalidad de los concesionarios de la ACASPEN que se le están yendo a otras organizaciones.
El Senador Manuel Cota Jiménez, parece no estar enterado que las pocas huestes de Raúl de los Santos, no le abonaron mucho a la pasada campaña, jugaron a perder, al igual que el exregidor Chuy Castro, dirigente de la Federación Municipal de la CTM, quienes traicionaron al entonces candidato Héctor Santana, no llevando ni motivando a su gente a votar por la fórmula completa del PRI.
Raúl de los Santos puede tener el beneficio de la duda, demostrar que realmente aspira a ganar, ya que para nadie es desconocido, que su participación política es para presionar al Gobernador en turno, para conseguir cada vez más concesiones del transporte, en donde dicho sea de paso, tiene muchos frentes abiertos, por el acaparamiento de un reducido grupo de permisionarios, que se han enriquecido con base en la explotación de los choferes y un pésimo servicio a los usuarios, lo que le ha valido el desdén de la clase trabajadora.
En dónde están de plácemes es en las filas “cuevistas-aliancistas”, ya que se está viendo, van a desmantelar a todos los líderes que le quedan al PRI, de no hacer una cirugía mayor, encabezada por la propia dirigencia estatal que encabeza Enrique Díaz, ya que para el colmo, igualmente se impuso al exregidor Víctor Salvatierra como Presidente del Comité Municipal Campesino, contrario a la decisión de la mayoría de Comisariados Ejidales, que apoyaban al “Puma” Velazco, al que respaldaban 12 Presidentes, una grilla que por cierto armó la Senadora Hilaria Domínguez, por lo que hay una clara división en el sector campesino.
Es pues, que nada que la tienen fácil en el PRI municipal con la imposición de Raúl de Los Santos, que deja huérfanos a muchos grupos y líderes en los pueblos y fraccionamientos, que ya se aprestan a dar el brinco a otros partidos.
Por otra, si algo caracterizaba al depuesto Octavio Valencia, era que estaba financiando mes con mes, la operación de la oficina del PRI, pago de Secretaria, luz, teléfono, los gastos de los viajes a Tepic, Guadalajara y México a los eventos partidistas, y Raúl, no se le conoce por blandito, por lo que sus cuatro regidores, y la diputada Karla Flores, tendrán que rechinar. Así las cosas.
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