Las dos caras de la moneda, que cuando van cayendo se ve oxidada como fierro viejo, pero cuando se lanza hacia arriba es de oro puro; y es así como comparo a dos hombres, que alguna vez fueron ciudadanos, alguna vez fueron aspirantes a cargos políticos y lo consiguieron. El declive de Roberto Sandoval Castañeda, quien en menos de 24 horas será el ex mandatario de la entidad federativa Nayarit.
Abrace paso al nuevo rey, que es la esperanza, la luz y el oxígeno de Nayarit, así se vislumbra desde el lado de un pueblo dolido y abolido; un pueblo que también eligió al gobernador saliente, y que hace tan cortos seis años era la moneda deseada, la moneda de oro y la de la esperanza; nada es para siempre, mucho menos en la polaca, y tan claro es que el pueblo sólo puede ver en Roberto Sandoval Castañeda, lo que se llevó y no lo que dejó.
El último grito para Roberto Sandoval, fue un grito que se escuchó de todo, y muy poco “Que vivan los héroes de la independencia”, que “Viva México”, estaba la gente más concentrada en abuchearle y decirle “ratero” y otras cuantas palabras altisonantes, que en dar el grito por nuestra Patria, y no dejo de lamentarlo, porque cada vez veo menos de Patria, y más de un grito desesperado por un país libre, y no de una libertad violada, que ha dejado de ser real.
El desfile; Sandoval y Antonio Echeverría
Un desfile al que el pueblo acude con la familia, para ver a los “héroes” reales, los escuadrones de la seguridad, los militares, el ejército, los bomberos, protección civil; que en teoría quienes salvaguardan la seguridad, héroes del presente y del futuro, sin embargo ahora causan terror y desconfianza; por lo que entre la apatía y el descontento, es lo que se ve en los rostros de los espectadores.
Se repite una y otra vez contra Roberto Sandoval los reclamos y los lamentos, las pancartas que dirigen estas palabras dolosas; y entre tanto bullicio, tambores, alaridos y dolores; aparece la “moneda de oro”, Antonio Echeverría, a dos tres días de entrar en funciones y cambiar en cuatro años el rumbo de los nayaritas.
El hombre que portará en la historia no sólo la derrota del PRI en las urnas, sino que será el Gobernador más joven que haya tenido el Estado, pero además un hombre empresario de visión, y que el pueblo emitió su confianza; y que al aparecer de charro sobre su caballo, justo frente al Palacio de Gobierno este pasado 16 de septiembre durante el desfile, recibió los aplausos y los grandes elogios, a los que en atención recibió saludando a la gente, dándoles la mano.
Dentro del Palacio de Gobierno hubo contención de alientos, y es que no fue nada grato para quienes aún están en funciones con el muy pronto será el viejo gobierno, también se escuchaba el “cuchicheo”, de una presunta falta de respeto, porque Toño Echeverría, se quedase unos minutos más frente el Palacio, en vez de continuar el camino, aunque cabe decir que el desfile estaba por concluir.
Antonio Echeverría, tal vez estuvo alrededor de 5 minutos entre la gente detenido, no sólo saludó al Pueblo (entre ellos la gente del Sutsem), también a Roberto Sandoval, a su esposa, que le observaban desde el palco principal del Palacio.
Que quede en la memoria este momento, los reclamos al que se va, y los aclamas al que se queda, pero que se quede en la memoria nayaritas, para que no permitamos que nos timen, y que seamos conscientes de lo que elegimos, dejemos de culpar al gobierno por todo, y dejemos de darle al gobierno las llaves y la solución a todo, el pueblo necesita estar presente, no sólo es acudir a las urnas y olvidar lo que sigue.
Nadie es monedita de oro, y si ni todo el mundo esta de acuerdo con un ser divino en común llamado “Dios”, mucho menos a de ser con un hombre de este mundo que lidera una nación, entidad ya sea federativa, municipal o local, pero ante lo que está en nuestras manos, es hora que el pueblo exija resultados, porque llorar por los rincones no ha fusionado, así como no funcionan ante ninguna ley las denuncias en las redes sociales.
Si en cuatro años despiden al gobernador con reclamos, es que no hemos aprendido, comportamiento que se ha venido repitiendo desde que existe el poder y desde que somos llamados pueblo libre y soberano, que ejerce un voto y elige por democracia; aunque la ley se ha vuelto una teoría, alguna vez fueron hechos; creo que tenemos en nuestras manos el poder de hacer realidad aquella realidad por la que alguna vez nos sentimos orgullosamente mexicanos.
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